Luis García, el niño maravilla que no quiso ser un histórico del futbol mexicano | OneFootball

Luis García es recordado como uno de los delanteros mexicanos más efectivos de todos los tiempos, con una media vuelta única en el futbol mexicano, el canterano de los Pumas sorprendió a todos desde su debut, haciendo soñar a muchos con haber encontrado al sucesor de Hugo Sánchez, sin embargo, al final todo fue muy distinto.

Debutó en 1990 justo cuando los Pumas lograron armar uno de los equipos más recordados del balompié mexicano y García, era goleador. Con 75 goles en sus primeros dos años como profesional, de inmediato llamó la atención de clubes del futbol europeo y fue el Atlético de Madrid quien lo fichó.

En dos años como jugador del Atleti, Luis logró anotar más de 25 goles, llegando a ser considerado una absoluta joya del futbol mexicano, sin embargo, tras tener diferencias con la directiva, fue traspasado a la Real Sociedad, en donde nunca pudo mostrar el nivel que tuvo con los Colchoneros.

Justo después de terminado el Mundial de 1994, Luis regresó con 25 años al futbol mexicano con el América, en donde tuvo un paso regular, habiendo destacado sobretodo en su primera temporada.

Para 1997, fue traspasado al Atlante en donde recuperó su olfato goleador y se coronó como Campeón de Goleo de la Liga MX, pero a raíz de su llegada al club azulgrana, se notó que su amor por el futbol poco a poco se iba extinguiendo, pues llamaba más la atención por sus escándalos fuera de cancha, que por sus goles.

Para 1998 fue transferido a Chivas en donde Ricardo Ferretti lo utilizó como una de las piedras angulares para lograr un nuevo título del Rebaño, sin embargo, a pesar de los goles y las buenas actuaciones, Luis falló en el momento más crítico cuando aún siendo el cobrador oficial de penales, decidió no tirar el penal que le daría el título 11 a las Chivas ante Necaxa. A la postre los Rayos se coronaron campeones y el seno del club rojiblanco no aguantó la falta de carácter.

Chivas primero envió a Luis a Monarcas a préstamo por un año y luego a Puebla, a donde fue contra su voluntad y prefirió retirarse en el año 2000 apenas a los 31 años.