Mundo Levante UD
·9 de octubre de 2025
Manu Sánchez, sé lo que hiciste el último verano

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·9 de octubre de 2025
Autor: Jorge Hernández Madrid (@jorgehernandezmadrid_)
En un país como Ghana donde la vida parece no valer nada, donde la estafa se convierte en modus vivendi para algunos y el hambre y la miseria actúan como enemigos inquebrantables, Luis y Max, en una visita de voluntariado, pronto entendieron queel fútbol podía ser la herramienta perfecta para iluminar el corazón de los más pequeños.
Así nació LAMSA, en 2022, como una academia en forma de ONG. El fruto del valor de dos veinteañeros que, tras haber sido engañados y haber temido por su propia vida, hoy se ven recompensados con el cariño de un centenar de niños a los que consiguen ayudar.
En Buduburam, un campo de refugiados en Ghana, la academia de LAMSA agrupa a cuatro equipos: sub-13, sub-15, sub-17 y femenino. Todos ellos dirigidos por entrenadores acreditados por la FIFA, con la garantía no sólo de una formación deportiva, sino también de acceso a alimentación, agua potable y asistencia médica. Y, por encima de todo, de una educación sustentada en los valores que acompañan al deporte rey: compañerismo, esfuerzo y humildad.
A Manu Sánchez, futbolista del Levante UD, no hubo que insistirle para que se convirtiera en embajador de LAMSA. Su amistad con Luis y Max le permitió conocer el proyecto de cerca y su entusiasmo natural le empujó a colaborar. El mismo entusiasmo con el que, el pasado verano de 2025, Manu Sánchez convivió con los niños que forman parte de la academia.
Llegó a Ghana en el momento perfecto: justo cuando el equipo sub-17 afrontaba el partido más importante de la competición. Manu se arremangó, arengó a los muchachos desde el punto de vista emocional y corrigió aspectos técnicos y tácticos.El jugador granota demostró dominar muchas de las facetas que exige ser un buen entrenador. Y lo confirmó también en las sesiones de trabajo con el resto de equipos, donde aportó ejercicios importados de la élite que enriquecieron a los entrenadores locales.
Los niños —igual que hacen con cualquier voluntario que les visita— lo recibieron con alegría, lo escucharon atentos y le regalaron algo que no se paga con dinero: muestras de cariño infinitas.En Manu Sánchez encontraron un reflejo de sus sueños: el de convertirse en futbolistas de élite. Fue el espejo en el que todos se miraron, la ventana hacia su futuro soñado. El guía ideal en ese zigzagueante y complicado camino hacia el fútbol profesional.
Quién sabe si alguno de ellos, al igual que su compatriotaAlphonso Davies en su día, cruzará el charco y jugará la Champions League. Sin embargo, el objetivo esencial siempre será su formación. Porque, tal y como recuerda Dominic Wisseh, primer entrenador de la academia: “La victoria está en el desarrollo de nuestros jugadores. Queremos que crezcan dentro y fuera del terreno de juego. Cuando se trata de formación es más importante el proceso que el resultado”, comenta.
Han bastado pocas jornadas para que la 'gent granota' se enamore de Manu Sánchez en el terreno de juego.Su defensa numantina sobre Lamine Yamal ante el Barcelona lo consagró en la jornada dos y está confirmando que es uno de los mejores fichajes que han podido realizar Héctor Rodas y José Gila. Pero la labor humanitaria de Manu Sánchez demuestra que no sólo se dedica a defender una banda, sino también unos valores que el Levante UD ostenta desde hace años. Que entendió su talento para el fútbol no solo como una forma de ganarse la vida, sino también como una herramienta valiosa para sembrar ilusión en lugares donde la vida no es sencilla.