La Oral Deportiva
·10 de junio de 2023
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·10 de junio de 2023
Foto: Juan Mabromata/AFP vía Getty Image
Tranquilo al momento de dirigir, pausado a la hora de hablar, centrado en sus declaraciones y un gran estratega. Esas características definen a Marcelo Broli, el técnico que condujo al seleccionado Sub 20 de Uruguay al subcampeonato sudamericano primero y a la final del Mundial ahora.
Su forma de conducirse y la manera que tiene de dirigirse a los futbolistas, complementado en grado supremo por Diego “Ruso” Pérez, han facilitado el mensaje, la manera de llegarle a los futbolistas para que interpreten su prédica, su estilo, su forma de sentir y jugar al fútbol. Entre ambos han sido más que entrenadores de estos chiquilines que tanta alegría le han dado al pueblo uruguayo en estos primeros meses del año; les han dado un trato paternal, con todo lo que eso significa, porque no es solo cariño sino también alguna reprimenda para encarrilar el rumbo.
Esta combinación ha llevado a que la performance del seleccionado Sub 20 ronde la perfección. Desde la llegada de Broli (quien aterrizó en el cargo con el antecedente de haber conducido a Peñarol a ganar la Copa Libertadores juvenil) Uruguay ha ganado el 82,2% de los puntos que disputó; una enormidad.
De los 45 puntos que estuvieron en disputa en 15 presentaciones el combinado celeste logró 37 producto de 12 triunfos, 1 empate y solo 2 derrotas: la sufrida en la final del Sudamericano a manos de Brasil (0-2) y el 2-3 ante Inglaterra en el Mundial que, si uno repasa lo que es el camino, al final fue una buena derrota, pues llevó al equipo por un camino un tanto menos espinoso. Italia, el rival de la final, habría sido el de octavos de final en caso de haber ganado el grupo, cosa que hizo Inglaterra y que terminó pagando con la eliminación a manos de los azzurri.
La selección uruguaya está en las manos indicadas, las de Broli, para ir por esa Copa del Mundo Sub 20 que desde hace tiempo tiene un lugar vacío reservado en la vitrina.