Marruecos superó a Argentina en la final del Mundial Sub 20 y es campeón | OneFootball

Argentina perdió con Marruecos 2-0, en el estadio Nacional de Santiago de Chile, en la final del Mundial Sub 20. El equipo africano conquistó así su primer título, frenando la racha del conjunto de Diego Placente que venía de ganar en todas sus presentaciones en esta edición del Mundial.

La final quedó definida en el primer tiempo con los dos goles de Yassir Zabiri, aprovechando dos situaciones claras. Argentina nunca encontró el camino para quebrar el organizado y sólido sistema de Marruecos. Ya en el segundo tiempo, la pelota y el terreno fueron predominio de los argentinos, sin embargo el arco marroquí no sufrió sobresaltos.

Tras la intervención del VAR se descartó la tarjeta roja y el penal -solicitado por Marruecos- por una falta de Santino Barbi sobre Yassir Zabiri, aunque sí se cobró tiro libre y el arquero recibió una tarjeta amarilla. Ese tiro libre resultó, de todos modos, letal para Argentina; lo pateó el mismo Yassir Zabiri y clavó con su magnífico zurdazo clavo la pelota en un ángulo, a los 10 minutos.

No terminaba de reaccionar Argentina por este golpe -por primera vez en el torneo se encontraba en desventaja- cuando Marruecos le pegó el segundo, y rotundo, impacto. Un veloz Ali Maamar desbordó por la punta derecho y mandó el centro al segundo palo para el fuerte remate de volea de Yassir Zabiri, a los 27 minutos.

Con el 2 a 0, Marruecos retrasó líneas, no cedió espacios y controló psicológicamente el partido. Tenía la pelota Argentina, buscaba asociarse, iba hacia adelante, mostraba personalidad. Pero no consiguió penetrar con peligro serio a una defensa cerrada y sólida.

La única situación digna de peligro fue al final del primer tiempo, con un pase perfecto de Milton Delgado para el pique de Mateo Silvetti -que ingresó para darle mayor presencia al ataque argentino-, que tras dejar atrás a Smail Bakhty y quedar ante el arquero, sacó el derechazo que salió cerca del segundo palo.

En el segundo tiempo, se hizo más notorio el planteo: Argentina con la posesión y sin generar situaciones netas, pese a sus intenciones; Marruecos, firme, afianzado, convencido y férreo. Pasaban los minutos, se intensificaban las ganas de los chicos argentinos. Pero no hubo caso, el problema jamás encontró una solución.

Y terminó festejando Marruecos, con la lógica alegría desbordante por su estreno como campeón mundial. Para Argentina, más allá del dolor de la caída en la final, quedó el saldo de una muy buena campaña, con actuaciones previas destacadas, y sólo faltó la frutilla del postre.