REVISTA PANENKA
·20 de enero de 2025
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En Miami, una ciudad cosmopolita, con preciosas playas y un clima tropical que atrae a turistas de todo el mundo, cuyo puerto alberga el mayor número de cruceros del mundo, ha desembarcado una nueva personalidad. Javier Mascherano ha llegado al sur de Florida para tomar el mando del Inter Miami. El ‘Jefecito’, que fue el ancla en los mejores años del FC Barcelona, dirigirá al conjunto norteamericano en lo que será un reencuentro con viejos compañeros y amigos: Leo Messi, Luis Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets. El técnico argentino, después de guiar a la selección ‘albiceleste’ sub-20, y con el recuerdo de los momentos compartidos en la Ciudad Condal, tiene la misión de liderar a quienes, hace una década, se cambiaron a su lado en los vestuarios del Camp Nou.
“Es raro. Por tenerlo hoy en día como entrenador. Pero no dejamos de tenerle respeto a él y a su cuerpo técnico. Ya no verlo como compañero, sino entender que es él el que toma las decisiones”, se sinceraba Luis Suárez en una entrevista en FOX Deportes sobre tener al ‘Jefecito’ como míster. Mascherano también tiene claro el rol de cada uno en la actualidad: “Tanto yo como ellos tenemos objetivos en común, trataremos de ayudarnos mutuamente y nuestra relación fuera del club será la misma”. Y es que Mascherano convivió con Messi y Busquets durante ocho temporadas en Can Barça, entre 2010 y 2018, seis temporadas con Jordi Alba y cuatro con Luis Suárez.
En el fondo, el fútbol es un camino de lealtades y amistades, y guarda memorias imborrables. Unos reencuentros salen bien, otros no tanto
Mascherano no está solo en la historia de entrenadores que dirigieron a excompañeros. Y es que los banquillos, y el fútbol, transforman amigos en maestros y discípulos. Pep Guardiola, el entrenador y arquitecto del mejor Barça de la historia, dirigió a Puyol y Xavi. Carlo Ancelotti, empezaba a masticar chicle leyendo el fútbol del Milan desde los ojos de Paolo Maldini. Thierry Henry, con su elegancia, contó con Cesc Fàbregas en su breve andadura en el Mónaco. Y no nos olvidemos de Diego Armando Maradona. El ‘Pelusa’ y Verón acabaron rompiendo su relación tras Sudáfrica 2010.
¡Vamos a repasarlos!
Un Pep Guardiola inexperto llegaba al banquillo del Barça en 2008 entre críticas. Tras dirigir al Barça B y guiarlo de Tercera a Segunda B con dos jóvenes promesas como Sergio Busquets y Pedro Rodríguez, el de Santpedor se hizo con el mando del primer equipo. Sus primeras declaraciones en rueda de prensa no dejaron indiferente a nadie: “Ronaldinho, Deco y Eto’o no están hoy en nuestra cabeza”. Tres de los líderes del conjunto azulgrana. Tres estrellas mundiales con las que no contaba. Personalidad no le faltaba.
A su vez, contó con todo el talento que tenía en casa. Entre 2008 y 2012, coincidió con Puyol y Xavi, capitanes generales de ese Barça y viejos compañeros suyos entre 1999 y 2001. Y no le fue nada mal. Pese a creer que era una “irresponsabilidad” prometer títulos en su primera temporada, escribió en letras de oro un capítulo irrepetible en la historia azulgrana y del fútbol mundial. Ganó 14 trofeos: tres Ligas, dos Copas del Rey, dos Champions League, tres Supercopas de España, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes. En la memoria siempre quedará el ‘Sextete’ de 2009 y cómo elevó a Messi al olimpo del fútbol.
Carlo Ancelotti, leyenda del fútbol italiano y actual entrenador del Real Madrid, vivió una historia de amor con el Milan como jugador y entrenador. En el conjunto ‘rossoneri’ compartió vestuario con Paolo Maldini entre 1985 y 1992. Juntos alzaron dos ligas, una Supercopa de Italia, dos Copas de Europa, dos Copas Intercontinentales y dos Supercopas de Europa. A las órdenes de Arrigo Sacchi construyeron un equipo memorable junto a Baresi, Tassotti, van Basten, Gullit o Rijkaard.
Carletto llegó al banquillo de San Siro y se encontró de nuevo con Maldini, convertido en ‘Il Capitano’, el líder del conjunto milanista. “Cada vez que había una victoria de nuestro equipo nos abrazábamos”
A inicios del siglo XXI, Carletto llegó al banquillo de San Siro. Ahí se encontró de nuevo con Maldini, convertido en ‘Il Capitano’, el líder del conjunto milanista. Entre 2001 y 2009, cuando ambos abandonaron Milán, conquistaron una liga, una Coppa de Italia, dos Champions League, una Supercopa de Italia, dos Supercopas de Europa y un Mundial de Clubes. “Cada vez que había una victoria de nuestro equipo nos abrazábamos. A veces solía ir a él, y a veces él corría hacia mí”, recordó Ancelotti años más tarde sobre su relación con Paolo.
No todas las historias tienen final feliz. Diego Armando Maradona y Juan Sebastián Verón fueron grandes amigos. El ‘Pelusa’ y la ‘Brujita’ jugaron juntos en Boca Juniors la temporada 1995-96. Maradona daba sus últimos pasos y Verón estaba a punto de saltar el charco para jugar en la Sampdoria, el Parma, la Lazio, el Manchester United, el Chelsea y el Inter de Milán. Con tan sólo 20 años, Juan Sebastián llegaba al conjunto ‘xeneize’ procedente de Estudiantes de la Plata. Años más tarde, en 2019, Maradona sacaba pecho sobre su fichaje en una entrevista a TyC Sports: “El que llevó a Verón a Boca fui yo. No fue ni Bilardo ni Macri ni nadie”. El paso de Verón por La Bombonera fue fugaz: 17 partidos con un triunfo recordado a River por 4-1.
Ambos se reencontraron en Sudáfrica, cuando Verón fue incluido en la convocatoria que Maradona diseñó como seleccionador para viajar al Mundial de 2010. En aquella cita, la ‘Albiceleste’ cayó con un doloroso 4-0 ante Alemania en cuartos de final. Maradona fue despedido y al ‘Pelusa’ le molestó que su amigo no le apoyara: “Cuando me echaron de la selección sentí que no me bancó. No dijo nada, dejó que se muriese la amistad. Y eso me dolió mucho”. Casi una década más tarde, en 2019, Maradona sorprendió fichando por Gimnasia, eterno rival de Estudiantes de Verón. La ‘Brujita’ respondió sobre un posible reencuentro con el Diego: “A mí se me viene faltando el respeto de manera frecuente, ¿por qué tendría que tomar la decisión de acercarme? No tengo necesidad”.
“Cuando me echaron de la selección sentí que no me bancó. No dijo nada, dejó que se muriese la amistad. Y eso me dolió mucho”, dijo Maradona sobre Verón
En 2022, dos años después del fallecimiento de Maradona, Verón se sinceró en ESPN: “Me hubiera gustado tener una charla. La quise tener, pero fue difícil”. Además, también se refirió a lo ocurrido en Sudáfrica: “Yo sé bien la relación que tuve y qué hice en ese momento en la selección”.
“Es uno de los jugadores más inteligentes con los que he jugado”, dijo Thierry Henry sobre Cesc Fàbregas. Dos leyendas del Arsenal que jugaron juntos en Londres entre 2003 y 2007. Cesc dejó La Masia para llegar al conjunto ‘gunner’ con tan solo 16 años. A las órdenes de Wenger ganaron una Premier League, una FA Cup y una Community Shield. Además, fueron subcampeones de la Champions League en 2006, perdiendo la final ante el FC Barcelona. Hace unos años, en un directo conjunto de Instagram, el francés recordó la primera vez que vio al de Arenys: “Miré a Wenger y le dije: ‘¿Quién demonios es?’. Te miraba y luego veía a Vieira o Gilberto Silva y pensaba ‘Dios mío’. Cuando tocaste el balón, todo cambió”.Compartieron vestuario en el Emirates hasta 2007, cuando Henry puso rumbo a Barcelona para jugar con Ronaldinho, Eto’o y Messi, y más tarde, participó en el histórico ‘Sextete’ de Guardiola. En 2018 se encontraron en Mónaco. Thierry se puso al mando del conjunto monegasco y fichó a Fàbregas. La estancia del francés fue un fracaso: tres meses donde tan solo logró dos victorias y perdió siete partidos. En 2022 emprendieron un proyecto juntos, entrando como accionistas en el Como 1907. La temporada pasada, en su primera experiencia en los banquillos, el catalán fue el artífice del ascenso del conjunto italiano a la Serie A 21 años más tarde.
Lo de Mascherano en Miami no es una anomalía. En el fondo, el fútbol es un camino de lealtades y amistades, y guarda memorias imborrables. Unos reencuentros salen bien, otros no tanto. Bajo el sol tropical de Florida, ‘Masche’ tiene la misión de liderar a sus viejos amigos.
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Fotografías de Getty Images.