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·12 de diciembre de 2025
Mazatlán se queda sin entrenador y con el futuro en el aire

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·12 de diciembre de 2025

Cuando todo apuntaba a continuidad, Mazatlán FC rompió el guion. A pocos días de que concluya oficialmente el Apertura 2025, el club cañonero confirmó la salida de Robert Dante Siboldi, una decisión que tomó por sorpresa al entorno de la Liga MX y que sacude la planeación del equipo rumbo al siguiente torneo. Sin embargo, el movimiento parece ir mucho más allá de lo deportivo.
Mazatlán finalizó el Apertura 2025 en el puesto 16 de la tabla general, una posición que reflejó las dificultades deportivas del semestre. A pesar de ello, tras el cierre del torneo la directiva había optado por mantener al estratega uruguayo, confiando en que un segundo campeonato permitiría corregir el rumbo y consolidar una idea de juego más competitiva.
Ese escenario quedó descartado antes siquiera de iniciar la pretemporada.
A través de un comunicado, el club explicó que la separación se dio por una decisión del propio Siboldi, luego de que ambas partes identificaran caminos distintos.
“Mazatlán informa que, por convenir a sus intereses, Robert Dante Siboldi ha decidido finalizar su relación laboral como director técnico de nuestro primer equipo”.
Aunque el mensaje fue diplomático, la rapidez del movimiento y el contexto institucional del club despiertan dudas legítimas sobre lo que realmente motivó la ruptura.
La salida de Siboldi no puede analizarse de forma aislada. En la más reciente Junta de Dueños, diversas fuentes confirmaron que Mazatlán FC recibió autorización para iniciar el proceso de venta de la franquicia, un paso clave que abre la puerta a un cambio estructural de gran magnitud.
Todo apunta a que el Atlante sería el principal interesado en adquirir la plaza, lo que convertiría al Clausura 2026 en el último torneo de Mazatlán en la Primera División del futbol mexicano.
Este escenario cambia por completo la lectura de la decisión de Siboldi. Dirigir un proyecto con fecha de caducidad, sin claridad institucional ni certeza deportiva, reduce el margen de maniobra de cualquier entrenador, incluso de uno con la experiencia y jerarquía del uruguayo.
Siboldi llegó en mayo de 2025 con la misión de dar estabilidad a una franquicia joven, pero marcada por la improvisación. Durante casi ocho meses trabajó en un entorno complejo, ahora agravado por la incertidumbre administrativa y el posible cambio de sede y nombre.
Mazatlán agradeció públicamente su profesionalismo y compromiso, aunque el contexto sugiere que la separación responde más a factores estructurales que futbolísticos.
El club informó que Christian Ramírez será el encargado interino del primer equipo durante el arranque de la pretemporada, una señal clara de que no hay prisa por definir un proyecto a largo plazo, algo que refuerza la teoría de que el futuro inmediato del club ya no está en Mazatlán.
Más que un cambio de DT, una señal de cierre
La salida de Robert Dante Siboldi se convierte así en un síntoma, no en la enfermedad. Mazatlán se queda sin entrenador, sin rumbo deportivo claro y con la posibilidad real de desaparecer del mapa de la Liga MX en los próximos meses.
Si se concreta la venta de la franquicia al Atlante, este Clausura 2026 no solo marcaría el fin de un proceso, sino el cierre definitivo de una etapa que nunca terminó de consolidarse en el futbol mexicano.
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