Mbappé se sincera sobre el derbi: «Ellos vinieron a jugar un derbi, y nosotros…» | OneFootball

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·13 de octubre de 2025

Mbappé se sincera sobre el derbi: «Ellos vinieron a jugar un derbi, y nosotros…»

Imagen del artículo:Mbappé se sincera sobre el derbi: «Ellos vinieron a jugar un derbi, y nosotros…»

Kylian Mbappé fue el invitado en las entrevistas que realiza Jorge Valdano en su programa en Movistar +, en Universo Valdano. En dicho espacio, el delantero del Real Madrid habló acerca de su estado físico y de forma actual, de los objetivos de esta temporada, de su trayectoria desde que comenzó el fútbol profesional en el Mónaco, pasando por su etapa en el PSG, hasta su llegada al Real Madrid.

Mbappé se sincera de todo, e incluso, de lo que hizo mal el conjunto blanco en el pasado derbi del Metropolitano ante el Atlético de Madrid. Una charla muy interesante del que es, ahora mismo, el mejor jugador del mundo en el planeta fútbol.


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¿Qué opinas del calendario?

Es el nuevo fútbol. Lo más importante para nosotros es tener descanso… Y claro que queremos jugar partidos, porque es nuestra pasión, porque queremos jugar al fútbol. Pero este ritmo requiere una adaptación… porque son muchos. Ahora bien, uno es feliz de jugar, porque eso significa que está bien físicamente.

Este año es especialmente difícil, porque terminó el Mundial de Clubes y prácticamente no hubo pretemporada…

Sí, complicado, porque también fue todo nuevo para nosotros. Fue la primera vez en un Mundial de Clubes… y la primera vez que una temporada se acababa tan tarde. Recuerdo que, cuando fuimos a Estados Unidos, había rivales que estaban empezando sus nuevas temporadas… ¡Y nosotros fuimos a la misma! Es un poco raro, pero nada, al final te adaptas. La competición terminó un poco triste, porque no ganamos, pero fue una nueva experiencia en nuestra carrera.

Pero has empezado esta temporada volando… ¡Casi va a ser mejor no tener pretemporadas!

(Ríe) Al final, empezar bien, viene bien; pero lo más importante es jugar bien todo el año… y sobre todo, acabar bien. Estamos en el ritmo que queríamos, vamos a seguir así.

¿Has perdido peso o no?

¡Sí! Cuando estuve enfermo, muchísimo: como siete kilos. Pero, al final, he recuperado dos o tres. Y me siento muy bien. Tengo un poco menos de kilos que el año pasado, en balance, pero me siento muy bien así.

Que se alargue este estado de forma… ¿No?

Claro. Es un año muy importante para nosotros, por el Real Madrid y por Francia. Hay que seguir concentrados en lo que tenemos que hacer. Como he dicho, empezamos bien la temporada, estamos líderes en Liga y bien en Champions. Empezamos a entender lo que el mister quiere de nosotros… pero pienso que tenemos que mejorar si queremos llegar a donde queremos.

¿Fue una enseñanza el partido en el Metropolitano?

−Sí, claro. Fue un partido duro. Nadie se esperaba lo que sucedió. De hecho, incluso cuando te pones 1-2, no esperas que vayas a encajar cuatro goles más. Fue un momento difícil para el equipo, pero tenemos que seguir. Aunque no debemos olvidar lo que ha pasado, porque nos va a hacer bien en el futuro si queremos ganar. Vamos a pensar siempre en este partido y cuando lleguen momentos difíciles, lucharemos para no volver a vivir un momento así.

Dio la sensación de que el Atlético jugó una final y el Real Madrid, un partido…

Pero ellos tenían razón. Vinieron a jugar un derbi y nosotros… también, pero sin meter la intensidad en los duelos o centros. Es que ganaban todos los duelos… y así es muy difícil ganar un partido como este. Luego, perdimos el ritmo, el control del partido. Y pasó lo que pasó.

Hablando de Francia: lleva cuatro goles en finales de Mundiales… y da la sensación de que le quedan, todavía, mínimo tres.

¡Seguro, uno! Este que llega ahora. El resto, espero. Como espero ganar el de 2026. Es un sueño levantar la Copa del Mundo otra vez. He tenido la suerte de hacerlo una vez y llegar a la final en otro. Perder duele mucho, sobre todo en una final; pero espero que, como se dice, no haya dos sin tres. Así que quiero llegar a una tercera final y esta vez, ganar. Creo que hemos aprendido de lo que pasó en 2022, el fútbol da muchas oportunidades para demostrar y vamos a intentar hacerlo en 2026.

El equipo es muy competitivo, a Francia se la da como una de las grandes favoritas…

Tenemos una plantilla muy rica y eso es una suerte. Pero en el fútbol de selecciones puedes tener los mejores jugadores, que si no creas un grupo fuerte, solidario, con una táctica que te permita jugar bien, no puedes ganar el Mundial. Sabemos el trabajo que tenemos y queremos volver a entrar en la historia del país. Es una oportunidad muy grande para nosotros.

¿Cómo es lo de meter tres goles en una final de un Mundial… y no ganar?

No piensas en marcar en una final, sino en ganarla. Pero nosotros somos delanteros, así que somos los más cercanos a la portería. Fue un partido loco que Argentina mereció ganar, porque fue mejor en todo el partido. Nosotros tuvimos un momento en el que fuimos mejores, pero si lo miras entero, es merecido. Te pone triste, pero no debes olvidarlo, porque llega 2026 y no queremos terminar tristes otra vez.

¿Y cómo ves a España?

Es un equipo que controla mucho los partidos. Técnicamente son muy fuertes, tienen los perfiles perfectos para jugar así, dominando. España es una de las pocas selecciones en la que los jugadores juegan de la misma manera desde pequeños, hasta llegar al primer equipo. Y eso es una ventaja. Enhorabuena a toda la gente de España por este trabajo. Pero… tienen un equipo muy joven, con mucha gente que no sabe lo que es un Mundial. Para mí, es el mejor equipo de Europa ahora mismo. Pero un Mundial es diferente. Veremos. ¡Ojalá no jueguen bien y podamos ganar nosotros (ríe)!

Pero tú tampoco habías jugado nunca un Mundial y lo ganaste…

Pero en el equipo tenía a muchos compañeros que sí lo habían hecho. Ya llevo dos y sé muy bien lo que es. He vivido todas las emociones posibles: momentos duros, presión… y gestionar esto es lo más importante. Porque la presión de un Mundial es única. No hay muchos capaces capaces de manejar esto.

¿Qué diría al Mbappé de 10 años?

Que tenía razón de tener el sueño de ser futbolista. Porque jugar al fútbol es un privilegio. Es una suerte poder jugar los mejores partidos, las mejores competiciones, contra y con los mejores de la historia… Un privilegio. Y quiero seguir. Porque quiero jugar muchísimos años. Estoy en el mejor club del mundo, en una de las mejores ligas del mundo. Es un privilegio donde estoy y tengo mucho que dar. He recibido mucho de los socios del Real Madrid, de la gente en España… tengo mucho para seguir y mejorar.

Cuándo tomaste conciencia de que eras diferente? De que el sueño de ser profesional tenía serias opciones de hacerse realidad…

Cuando llegué al Mónaco. Tenía 14-15 años y veía que todo el mundo hablaba de mí como una cosa ‘especial’. Antes lo hacían, pero mis padres me protegían mucho. Sabía que era diferente, pero no sabía si para bien o para mal. Era muy inocente, muy niño. Entonces, en el Mónaco me di cuenta de que podía ser profesional, de que podía ser muy bueno. Allí, todos lo vieron lógico. Y empecé a preparar este camino, uno del que todo el mundo me hablaba como ‘muy largo’ y ‘complicado’. Ir a Mónaco fue lo mejor que pude hacer para aprender a ser un futbolista profesional.

Y no fue fácil, porque con 13 años estuviste a prueba con el Madrid y el club te ofreció quedarte, pero decidiste volver a Francia. ¿Ahí manda más la familia, la cabeza, el cerebro…?

Un poco de todo. Pero la familia no, porque yo siempre he tomado mis decisiones. Y ellos las han entendido; es una de las cosas positivas de tener una familia de deportistas, que saben que la carrera de uno, es una cosa personal. Claro que quieres escuchar a la gente que quieres, pero tú decides. Cuando me fui del Mónaco, con 18 años, tenía muy claro que quería jugar… y el Madrid tenía a Benzema, Cristiano o Bale. Y yo no quería estar en el banquillo. Todos los clubes de Europa me decían que iba a jugar en sus equipos, pero sabía que el Madrid, con todo el respeto que me tenía, no me iba a poder poner todos los partidos. Claro que tenía el sueño de jugar en el Real Madrid, pero ser titular es un privilegio, me surgió la posibilidad de estar en casa, en París y fue una gran oportunidad para mí. Siete años increíbles. El orgullo de jugar en la ciudad donde naciste es algo muy especial. Pero claro que mantenía el sueño de jugar en el Real Madrid, porque lo tenía desde niño. Y lo cumplí el año pasado. Estoy muy feliz.

Pero volvamos a Mónaco… ¿Fuiste solo?

¡No, no! El primer año fui con mi padre. Y después, vino mi madre, porque trabajaba. Estuvieron conmigo y eso fue importante, porque en esos momentos eres muy joven y llegan muchas cosas a tu vida…

Llegan muchas cosas y también, otras que no. Por ejemplo: no viviste la adolescencia como lo hacen el común de los jóvenes…

Pero eso es parte de tomar decisiones. Cuando lo haces, hay cosas que ganas y cosas que pierdes. Debes ver qué es lo mejor para ti y jugar al fútbol, lo era para mí. Así que la decisión fue muy fácil.

Debutas en Ligue 1 y se te empieza a comparar con Henry, Pelé… ¿Aquello fue difícil?

No, fue muy fácil. Porque en ese momento de mi carrera, lo tenía muy claro en mi cabeza: no tengo ni el nivel de Henry, ni el de Pelé, sólo soy un chico de 16 años que está empezando. Son cosas que vienen bien para la publicidad, para la reputación. Pero cuando te miras al espejo, debes decirte la verdad. Y yo sólo era un chico de 16 años que no había hecho nada en el fútbol, que tenía que demostrar su calidad, que demostrar que tenía el nivel para jugar en el Mónaco. La comparación me hacía feliz, pero no me afectaba. Sabía el trabajo y el camino que tenía que recorrer.

¿Tan claro lo tenías?

−¡Sí, claro! Puedes escuchar todo lo que te dice la gente, pero tú tienes tu opinión y sabes cómo son las cosas. Te puede doler, pero sabes cuál es la realidad. Y a mí lo que me tocaba con 16 años era demostrar, antes que pensar en comparaciones. La gente sentía que tenía potencial, pero debían verlo. Y creo que lo hice bien.

El Mónaco era el lugar idóneo, antes del gran salto…

Sí, porque es un gran club, pero una familia. En aquel momento yo era un joven ya muy famoso, alguien que suscitaba mucho interés. Y desde el club se me protegía mucho de la gente de fuera, de la prensa… para que hiciese mi camino de la manera más normal posible.

Hay un tema muy interesante: Lamine Yamal acaba de irrumpir. Con 16 años ya ha provocado un revuelo mundial. ¿Hay algo que le puedas decir, que te dijeran a ti?

Yo pienso que es una época diferente. Lo digo con todo el respeto al Mónaco: él juega en un club muchísimo más grande que el mío, a nivel mediático. El Barça es mucho más grande. No hay una clave concreta. Yo he tenido mi experiencia y él tendrá la suya. Se ve que siente pasión por el fútbol y eso es lo único que nunca debe perder. El resto… es su vida. La gente habla mucho de su vida personal y creo que se le debería dejar en paz. Hay que aceptar que en el fútbol es un gran jugador, pero en la vida es un chico de 18 años. Y con esa edad todos cometemos errores. Debe tener su experiencia de vida, saber lo que le hace bien y mal. Únicamente debemos mirar lo que hace en el campo; el resto no es muy importante, siempre que no sea grave. Es un jugador que tiene un gran talento al que deseo mucha suerte, que viva el camino que quiere.

¿Qué relación tiene con las redes sociales?

Muy normal. Antes de entrar en las redes, debes aceptar las cosas. Aceptar que la gente puede ser brutal contigo, con tu familia, con tu entorno, con tu club… si aceptas todo eso, puedes mirarlas. Pero si no, no las mires. Tenemos muchas cosas que hacer, antes que pensar en las redes. Pero hay gente a la que le motiva mirarlo, a la que le gusta saber lo que se escribe. Y eso se acepta también. No hay un único camino. Si te hace sacar tu mejor versión, también está bien.

Da la sensación de que le ha chocado el tren de la fama y ha salido indemne, es increíble…

No, lo que pienso es que he vivido muchísimas cosas. Soy un jugador muy famoso, que ha conocido muchas cosas en su carrera. Y toda experiencia, como los errores que cometes, te ayudan en tu carrera. Yo he cometido muchos errores en mi carrera y estoy orgulloso de haberlos cometido, porque no son muy graves y, sin embargo, te ayudan en el camino. A ser la persona que soy hoy. Alguien que puede estar muy arriba en el campo, pero en la vida luego es normal: con momentos felices, tristes; con cosas que sabes hacer, otras que no… La clave es escuchar. Y no hacer siempre lo mismo.

Llevo años conociendo a futbolistas que han necesitado pasar por terapia… y tengo la sensación de que las redes sociales tienen mucha responsabilidad en esto. ¿Qué opinas?

Es un tema que hay que tratar con seriedad. Hay muchos jóvenes que tienen problemas con las redes sociales, que necesitan ayuda. Y no hay que mirar hacia otro lado, sino escuchar, estar. Los jugadores sabemos lo que es ser criticado, pero es parte de nuestro trabajo. No digo ni que esté bien, ni que sea lógico, pero cuando firmas para ser jugador, sabes que vas a ser famoso y estas cosas pueden llegar. El problema es cuando le llega a alguien que no ha firmado vivir algo así. A ellos, debemos cuidarlos. Es un tema muy importante, que hace mucho daño en el mundo de ahora.

Llegamos a París y te encuentras con gente con fama mundial… ¿Cómo viviste aquello? ¿Te sentías preparado?

Preparado, no. Nunca estás preparado para un cambio tan drástico. Pero yo me lo pasé muy bien. Cuando vivía cosas difíciles… siempre me quedo con el fútbol. Y fue un placer jugar en París, en mi ciudad, con jugadores de alto nivel. Fue increíble. Llegué en un momento de cambios para el proyecto, porque se venía de una derrota histórica contra el Barcelona. Y con muchos jugadores como Neymar, Dani Alves… gente de alto nivel. Una nueva época para París. Pasé siete años increíbles.

Cinco, como máximo goleador…

Pero eso son detalles. Importantes o no, son detalles. Una gloria personal: máximo goleador de la historia. Pero yo pienso más en las emociones que viví, que di a la gente. Eso es lo verdaderamente importante. Los récords lo son, porque hacen que se acuerden de ti como goleador. Pero las emociones, los títulos cosechados como equipo, momentos históricos como jugar una final de la Champions, tener la oportunidad de jugar con futbolistas que han escrito la historia del fútbol y de los que aprendes muchísimo.

Como Messi…

Cuando escuchas ‘futbolistas que han escrito la historia del fútbol’, piensas en Messi. Claro. Sí, sí.

¿Cómo fue?

Muy normal. Cuando eres famoso, se te suele poner una etiqueta de cómo eres y si no escuchas, llega a calar en tu cabeza. Dices ‘pues sí, es verdad que es así’. Pero no. Messi llegó y fue una persona totalmente normal, respetuosa con todo el mundo. Y como jugador es… (suspira) un jugador único. Cuando tienes uno así en tu equipo y eres ofensivo, sólo debes estar cerca y mirar todo lo que hace. Cómo finaliza, cómo para, cómo toca. Y pienso que el haber estado tan cerca de él, me ha ayudado muchísimo a entender mejor el juego.

El propio Messi me dijo que se arrepentía de no haber apuntado todas las lecciones que escuchó, que vivió del Barça de Guardiola. Pero contigo me da la sensación de que sí has memorizado mucho…

Pienso que ha sido una suerte jugar con Leo Messi. Jamás pensé que lo haría, en mi carrera. Porque mi sueño era ir al Real Madrid, nunca pensé en ir al Barcelona y como pensaba que él jugaría siempre ahí… sabía que tendría la posibilidad de jugar contra él, no con él. Pero lo hice y fue muy especial. Aprendí muchísimo con él y quiero darle las gracias. Fueron dos años muy ricos. Es una oportunidad de oro tener un jugador tan especial cerca de ti.

¿Por qué al PSG le costó tanto triunfar en Champions?

Son experiencias de fútbol. Teníamos nuestros momentos, pero no lo conseguíamos. Y en el fútbol si no los aprovechas, van para otro. Han sido muchas semifinales, final… y de todo eso, aprendes. Fue una experiencia de vida y como futbolista. Algo que creo que me ayudó y ayudará mucho como jugador. Porque cuando tienes tu momento y lo sientes… ¡Consigue el trofeo! Y ya está.

Pochettino, Emery, Luis Enrique… ¿Ha ido bebiendo de estilos muy diferentes?

Cuando tienes varios entrenadores, aceptas más rápidamente los cambios. Porque cada uno tiene su manera de trabajar, de ver el fútbol. Si conoces muchas maneras de verlo, estás más abierto. Conozco a jugadores que han tenido un mismo entrenador durante diez años, seis o siete y cuando llega uno nuevo, dice… ¡Yo llevo haciendo lo mismo todo este tiempo, no me rompas los h…! (Ríe). Yo he aprendido de cada uno, porque hablamos de entrenadores de alto nivel, eh, no normales. Fue algo especial. Me decía que debía llevarme algo bueno de cada uno.

¿Cómo terminó su relación con Luis Enrique?

¡Bien, bien! Lo vi hace dos días, porque fue al partido del Lille-PSG y lo vi en el parking. Una muy buena persona y un gran entrenador. He tenido una muy buena relación con él y le deseo lo mejor en la vida. Como entrenador, lo pasé muy bien con él en París.

Y finalmente, el Real Madrid. Ya ha pasado más de un año: ¿Qué te gusta de España?

¡Bufff! Muchísimas cosas. No conocía bien el país, siempre había vivido en Francia y sólo había venido para partidos… y pequeñas vacaciones.

¿Y qué te ha sorprendido?

Que la gente es muy amable. Me ha dado muchísimo cariño desde el primer día… y desde antes. Llegué y ya me sentía parte de la familia. Parezco un jugador español, porque la gente fuera de casa también me da mucho cariño. Y eso me sorprende mucho, porque no estoy acostumbrado a recibir muchísimo cariño y por eso, siempre he querido dar muchísimo las gracias a la gente. En cada entrevista. Es algo que me da mucha alegría; el sentirme valorado, ver que la gente respeta mi trabajo, mi persona. Estoy disfrutando muchísimo en España.

¿Cómo es un día de Mbappé?

Cuando llegué, el club me decía que me quedase en casa, porque la gente me esperaba mucho en la ciudad. Así que los primeros meses fueron un poco más complicados en este tema. El club me decía que me estaban esperando en todos los sitios. Pero ahora sí salgo más de casa… y la gente en Madrid, la verdad, respeta mucho la privacidad. Claro que algunos te piden cosas y es normal, parte de mi vida. Pero la gente es muy amable, siempre quiere ayudar. Son cariñosos con mi familia, quienes no saben español. Y son detalles que se notan. Que me gustan mucho.

Eso, respecto a España. ¿Y en el Madrid le ha sorprendido algo? ¿La presión?

No, yo he tenido presión desde que soy joven. Eso no, pero…

¿Ahí no viste demasiada diferencia con el PSG?

¡No, no, no! La única diferencia es que este es el mejor club del mundo. Has visto todos los jugadores que han pasado y los títulos que han dado. Y eres tú quien se mete la presión de conseguir las cosas. A la presión de la gente estoy acostumbrado. Pero eres tú mismo quien se dice: estoy en el mejor club del mundo, tengo que ganar, hacerlo bien, ser un ejemplo para mis compañeros, para la gente… Esta es una presión que te metes tú mismo y que es positiva, porque te ayuda a subir el nivel. A ayudar al equipo.

Y las polémicas que acompañan al Real Madrid, que cualquier cosa se convierte en un conflicto…

Sí… ¿Con los árbitros (ríe)?

¡No! No me refería a los árbitros, sino últimamente, por ejemplo, a tu relación con Vinicius…

Pero yo opino que esto no es una cuestión de España; los humanos, directamente, son así. En Francia también pasaba. Dos jugadores famosos en el mismo equipo… eso vende mucho papel. Vende mucho. La verdad es que tengo una relación muy buena con Vinicius. Muchísimo mejor este año, porque nos conocemos muchísimo mejor. Es un grandísimo jugador y como persona, muy bueno. Y es normal. Sabemos que la gente va a hablar de nosotros por todo. Pero tenemos el mismo objetivo: ayudar al Real Madrid y ganar títulos. Y pienso que si queremos ganarlos, tenemos que estar los dos a nuestra mejor versión. Y ayudar a todo el equipo.

Me encanta como normalizas lo que parecen problemas muy grandes…

Es que no lo son. Y el día que tenga un problema grave, algo que espero que no pase, yo le diré que es grave. Y la gente escuchará. Porque dirá: ‘ah, ahora que es grave, hay que escuchar a Kylian’. Pero estas cosas no están siendo graves. Simplemente la vida de un futbolista famoso, la vida de un futbolista del Real Madrid. No son cosas graves.

Metes tres goles en una final de un Mundial y no la ganas…

¡Eso es grave! (Ríe).

Eres Bota de Oro y no ganas ningún título con el Real Madrid…

¡Eso es grave! ¡Eso es grave! (Ríe) Y es algo que vamos a intentar cambiar.

Pero da un poco de tranquilidad, aquello de ‘yo he hecho todo lo que he podido’. Al final es un ‘por mí no ha sido’…

No, tranquilidad no da. Porque cuando pasa eso dices… tenía que haber metido cuatro, no tres. Tenía que haber hecho algo más. Y duele mucho más. Pero como he dicho, son experiencias de vida, de carrera. Cosas que te ayudan para lo que venga. Porque tendré muchas oportunidades de ganar títulos, otra vez.

¿En qué es diferente Xabi Alonso de Ancelotti?

Son dos personas diferentes pero… dos personas que han vivido cosas diferentes. Dos generaciones de entrenadores que se cruzan. Ancelotti es uno de los mejores entrenadores de la historia. Un entrenador al que cuando llegas a su vestuario, estás feliz. Es alguien que siempre está cerca de los jugadores, que siempre intenta ayudar. Y Xabi también quiere ayudar muchísimo, pero es un entrenador más joven, alguien que tiene que demostrar más que Carlo… ¡Carlo no necesita demostrar nada (ríe)! Xabi es mucho más joven y puedes ver que tiene ganas de demostrar, de conseguir cosas con el Real Madrid. Que es su primera gran oportunidad en el mejor club del mundo. Vamos a intentar ayudarle, a intentar lo que quiere de nosotros. Y a intentar ganar todos los títulos posibles para el Real Madrid.

¿Has notado un cambio en el fútbol, en general? Te hablo de con el paso de los años…

Sí, ahora es más táctico, metodológico. Los entrenadores tienen más fuerza en el juego del equipo. Antes lo tenían más los jugadores. Pero ahora se ve la marca de un entrenador en cada equipo. Es un cambio que hace bien al fútbol, porque da la oportunidad a más jugadores de jugar en grandes equipos. Antes era más complicado. Es otra manera de ver el fútbol.

Uno de tus modelos futbolísticos es Cristiano Ronaldo…

¡El Bicho!

Se da la curiosidad de que en el mismo número de partidos, has metido la misma cantidad de goles…

Sí, pero él lo ha hecho durante nueve años… y yo llevo uno y medio (sonríe). Cristiano siempre ha sido un modelo, un ejemplo para mí. Tengo la suerte de hablar con él, que me dé consejos. Me ayudó. En el Real Madrid es el número uno, el jugador referente. La gente, también ahora, sueña con él. Pero yo quiero hacer mi camino. Espero que la gente sueñe conmigo, igual. Que sea un momento histórico para mí y para el Real Madrid.

Una última: tener ideas… ¿Provoca enemigos?

Sí. Pero son los enemigos que merece la pena tener. Significa que estás en el camino correcto.

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