“ME ESTÁN HACIENDO UN GOLPE DE ESTADO” y un fuerte operativo policial: así fue la visita de Moretti al predio de AFA | OneFootball

El predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en Ezeiza estuvo custodiado por una cantidad poco habitual de policías, que montaron un operativo en la previa a la reunión de Comité Ejecutivo (CE) por la presencia del presidente de San Lorenzo, Marcelo Moretti, que argumentó que lo que le están haciendo «es un golpe de Estado».

Las autoridades del fútbol argentino se reunieron para, entre otras cosas, definir cuestiones de los torneos del año próximo y debían estar presentes dirigentes de todos los clubes, entre ellos el del Ciclón, quien legalmente continúa en funciones, pese a que está enfrentado a toda la dirigencia de la institución.

Para evitar que hinchas del conjunto de Boedo se hagan presentes y se movilicen hacia allí, la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) de la Policía Bonaerense montó un operativo descomunal y pocas veces visto por esa zona.

La idea del mandatario de San Lorenzo no solo era participar de la reunión en su cargo de presidente de San Lorenzo, sino también poder mantener una conversación con las autoridades de la AFA, entre ellos Claudio Tapia, debido a la crisis institucional del club y más allá de que no tiene pensado renunciar. El Paton Urich, el abogado de AFA, le explicó que debe cumplimentar las resolución judicial para participar del CE y el mandamás azulgrana se retiró del establecimiento.

Sin embargo, antes de irse, Moretti pidió la palabra, habló frente a todos y señaló: “Lo que me están haciendo a mí es un golpe de estado… hoy van por mi, mañana van por cualquiera de ustedes”. Además, dejó sobre la mesa la resolución del juzgado donde lo habilitan para ser Presidente.

Cabe remarcar que el clima político en el Ciclón, que se profundizó tras aquella cámara oculta en la que Moretti recibía una supuesta coima, es de total tensión y en su última aparición pública, que fue el lunes en la sede social de Avenida La Plata, varios socios se autoconvocaran para manifestarse y pedir su renuncia, lo que obligó al dirigente a abandonar las instalaciones en un patrullero.