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·20 de diciembre de 2025
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·20 de diciembre de 2025
Hay imágenes que se graban en la memoria colectiva de todo un club de fútbol. Como la Merkur Spiel-Arena llena hasta la bandera el 27 de mayo de 2024. Con el 3:0 de la ida en Bochum en el bolsillo. El Fortuna Düsseldorf está a un paso de la Bundesliga. Los aficionados huelen la máxima categoría, los jugadores tienen ya un pie y medio en el ascenso. Pero entonces llegó el gran shock.
Tras un 0:3 y la posterior derrota en los penaltis, el Fortuna tuvo que archivar sus esperanzas de Bundesliga. Desde entonces, los rojiblancos no han vuelto a estar tan cerca de la élite alemana.
Solo año y medio después, esas imágenes parecen un relicto de tiempos ya lejanos. Tras 16 jornadas, el Fortuna Düsseldorf ocupa el puesto 17, ha sumado solo 14 puntos y tiene una unidad de ventaja sobre el colista.
Desde el cambio de entrenador, de Daniel Thioune a Markus Anfang —una decisión que muchos aficionados del Fortuna siguen viendo con gran recelo—, incluso ha ido a peor. Cuatro puntos en ocho partidos reflejan la hoja de servicios de un candidato clarísimo al descenso. Más alarma, imposible.

Y eso que hace apenas unos meses todo sonaba muy distinto. El exdirector deportivo Klaus Allofs no ocultó las ambiciones antes del inicio de la temporada y formuló abiertamente el ascenso como objetivo, aunque sin pronunciar la palabra.
Visto con perspectiva, esa claridad parece presión autoimpuesta. Porque en verano la plantilla pasó por la picadora. 13 fichajes externos, doce salidas y cinco cesiones que expiraron. Jugadores clave como Isak Johannesson, Jamil Siebert o Dawid Kownacki abandonaron el club. Es cierto que llegaron nombres prometedores como Anouar El Azzouzi, Cedric Itten o Florent Muslija, pero era previsible que una reestructuración así requiere tiempo.
Las cifras actuales hablan por sí solas. Casi todos los máximos productores de la Fortuna son recién llegados, y los automatismos reales no se han desarrollado hasta hoy. Con solo 13 goles, Düsseldorf tiene además el peor ataque de la liga. En los últimos cinco partidos solo marcó tres tantos.
A esto se suma una plaga de lesiones. Actualmente faltan por lesión varias posibles piezas fijas como Sotiris Alexandropoulos, Tim Breithaupt y Valgeir Lunddal. Una mezcla peligrosa que ha acelerado la caída libre.
A principios de diciembre, el caos se desató definitivamente. Klaus Allofs anunció que no renovaría su contrato. Menos de una semana después, el consejo de supervisión tiró de la cuerda de emergencia, destituyó a Allofs antes de tiempo e instaló a Sven Mislintat como nuevo hombre fuerte en la toma de decisiones.
Se recurre, por tanto, a un nombre que polariza como pocos. El “ojo de diamante” está considerado un ojeador excepcional. En el BVB recomendó en su día a Shinji Kagawa u Ousmane Dembélé. Al mismo tiempo, su trayectoria en puestos de máxima responsabilidad es muy irregular.
📸 PHIL NIJHUIS
En el Ajax fue despedido tras solo cuatro meses; muchos aficionados lo responsabilizaron de la crisis deportiva y llamaron al mercado de fichajes de 2023 “el peor de la historia del club”. En el VfB Stuttgart, según información de 'kicker', rechazó renovar porque en adelante no tendría la última palabra en los fichajes. Y también en el BVB su segundo período terminó a los nueve meses, acompañado de una lucha interna de poder con el director deportivo Sebastian Kehl.
Desde entonces, en parte de la opinión pública del fútbol alemán, Mislintat está considerado “quemado”. Él discrepa. “Me gusta debatir y soy muy firme en mis opiniones. No se alcanza el máximo rendimiento en zonas de confort”, explicó en octubre a 'Bild'.
Que el Fortuna le transfiera ahora casi todas las competencias deportivas suena a acto de desesperación, y al famoso último clavo ardiendo. Mislintat, en cualquier caso, hizo honor de inmediato a su reputación. En su primer día completo de trabajo participó en el despido del director deportivo Christian Weber. Ese puesto no se cubrirá de momento; Mislintat actúa de facto como autócrata.
Su primer objetivo es una victoria contra el Greuther Fürth en el último partido de la primera vuelta. Markus Anfang recibió para ello una garantía de continuidad, aunque con un claro subtexto. Mislintat no descartó en absoluto conversaciones sobre el tiempo “más allá” de ese partido.
Mucho apunta a que el Fortuna podría afrontar la segunda vuelta con nuevo entrenador y varios fichajes invernales. En ambas cuestiones, Mislintat tiene el mando total.
Para Düsseldorf, él es la última bala en la lucha contra el desplome a la tercera división. Y para el propio Mislintat vale más o menos lo mismo. Si fracasa también este proyecto, difícilmente algún club profesional le volverá a confiar un poder semejante.
Los próximos meses a orillas del Rin prometen máxima tensión. De ellos dependerá si la caída del casi ascendido al tercer nivel se convierte realmente en realidad.
Este artículo fue traducido al español por inteligencia artificial. Puedes leer la versión original en 🇩🇪 en este enlace.
📸 Christof Koepsel - 2022 Getty Images









































