Miguel progresa adecuadamente en su Erasmus | OneFootball

De todos los jugadores que tiene cedidos esta temporada el Celta en otros equipos, sin duda el que genera más atención y seguimiento entre la afición celeste es Miguel Rodríguez. El redondelano es un jugador con el que cuenta el club para el futuro, y que salió este verano buscando los minutos que seguramente no tendría esta campaña en el Celta.

Sus comienzos no fueron buenos, contando muy poco para el entrenador del Utrecht, y teniendo incluso que bajar a jugar con el filial en dos ocasiones, pero un partido en la Copa, en la que fue uno de los más destacados, ha cambiado el sino de Miguel en la Eredivisie.

En ese partido, disputado el 31 de octubre, anotó un gol, y a partir de ahí ha jugado en todos los partidos, los últimos como titular, sumando 162 minutos, mientras que en las diez jornadas anteriores solo había disfrutado de 81 minutos con el primer equipo. A pesar de no contar con demasiados minutos, suma 1 gol y 1 asistencia.

Hacerse un hueco en el actual Utrecht no está exento de mérito. El conjunto de la ribera del Rin ocupa actualmente la segunda posición en la Eredivisie, firmando una de las mejores temporadas de los últimos años, a cinco puntos del líder, PSV, y por encima en la clasificación de los otros grandes del país: Ajax y Feyenoord.

Ojalá este año de Erasmus en los Países Bajos le sirva para regresar a Vigo y ganarse un puesto. Ya demostró con el Celta Fortuna que puede encajar bien en los esquemas de Claudio Giráldez. Le sobra talento, aunque quizás necesite la experiencia suficiente para sacarle el mayor rédito posible a su indiscutible calidad. Es uno de los grandes exponentes de la generación de 2003, aunque generalmente estaba una categoría por encima de sus compañeros de quinta ya que su físico le permitía jugar ante niños de mayor edad. Esa aceleración de procesos le permitió llegar al primer equipo en 2020, aunque no tuvo nunca la continuidad necesaria.