Misterio con Limak: la constructora turca fue la peor valorada, pero ganó las obras del Spotify Camp Nou | OneFootball

El informe técnico, presentado el 28 de diciembre de 2022, situó a Limak en última posición, con una puntuación inferior a 50 sobre 100, por detrás de Ferrovial y FCC, debido a que no pudo justificar los plazos de obra y requería una inversión inicial de 200 millones de euros, frente a los 12 millones que pedían sus competidoras. Sin embargo, dos días después, el 30 de diciembre, los responsables del Espai Barça —Lluís Moya y Joan Sentelles— elaboraron el informe definitivo, otorgando la victoria a Limak con 74 puntos, destacando precisamente su promesa de cumplir los plazos de entrega.

El club argumenta que las valoraciones del equipo técnico eran consultivas y no vinculantes, y que la decisión final recaía en la Oficina Técnica y el área del Espai Barça. Sin embargo, la decisión provocó la dimisión de Jordi Llauradó, directivo responsable del proyecto, que consideró el proceso poco transparente.

Limak fue elegida pese a no cumplir con varios de los requisitos iniciales del pliego de condiciones —como haber construido un estadio de gran capacidad en Europa o asociarse con empresas catalanas—, condiciones que fueron modificadas en 2022, permitiendo su participación.

Actualmente, las obras acumulan 317 días de retraso, aunque el club no ha aplicado las penalizaciones previstas en el contrato, que establecen multas de hasta un millón de euros por día. El Barcelona justifica los retrasos en causas externas, como la falta de materiales y trámites administrativos.

La polémica por la adjudicación y el avance de las obras deja a la actual directiva de Joan Laporta en el centro de la controversia, en un proyecto valorado en cerca de 960 millones de euros que, según el propio club, no estará finalizado hasta la temporada 2027-28.