Diario UF
·2 de junio de 2025
Montaña rusa de emociones

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·2 de junio de 2025
El Burgos CF, al igual que su afición, comenzó la temporada lleno de ilusión y motivación por conseguir un objetivo claro, el play-off de ascenso a primera división. Fruto de estas ganas el conjunto blanquinegro tuvo un inicio notable donde llegó a ponerse incluso segundo en la clasificación en la jornada 7. Las sensaciones hasta el momento eran buenas.
Fuente: Burgos CF
Pero poco a poco el equipo fue en caída libre progresiva hasta el punto de estar 9 jornadas consecutivas sin conocer la victoria. Fue en ese momento cuando todos los sueños que teníamos entre ceja y ceja se difuminaron por completo cambiando nuestro objetivo del ascenso a la permanencia. El equipo no salía del bache, y cada partido era un infierno mayor que iba aumentando y mucho la crispación entre los aficionados. Los errores individuales, la falta de gol, ausencia de líderes y la sangría defensiva condenaron a los burgaleses a estar en la zona baja de la clasificación entre algodones. A pesar de no haber estado nunca en posiciones de descenso el miedo estaba ahí pues las sensaciones no eran buenas y el equipo no convencía.
Fuente: Burgos CF
Con la destitución de Jon Pérez Bolo el 28 de octubre y la llegada de Ramis 3 días después las cosas empezaron a cambiar, los aficionados veíamos la luz al final de un túnel muy oscuro. En los primeros encuentros del técnico catalán ya vimos a un Burgos CF diferente que por lo menos intentaba proponer algo. Poco a poco el equipo iba mejorando a medida que iba asimilando los conceptos del nuevo entrenador. Los partidos iban pasando y aunque el juego mejoraba los resultados no llegaban.
Fuente: Fernando Miguel | Revista Forofos
Llegamos al mercado de invierno con una situación muy complicada por lo que los fichajes eran muy necesarios. Se trajeron multitud de jugadores que al principio entraron pisando fuerte aportando al equipo pero la luz con la que llegaron fue desapareciendo poco a poco hasta apagarse por completo. El único fichaje de invierno que de verdad ha cuajado ha sido un Grego Sierra que ha ayudado y mucho a reducir la brecha defensiva que teníamos antes de su regreso al club castellano.
Desde este mercado debido a la necesidad y la competencia en los puestos, los jugadores empezaron a despertar, recuperando su mejor forma. La vuelta al nivel de Arroyo, Aitor Córdoba, Fer Niño… fue el desencadenante de la mejoría. Ellos fueron los verdaderos fichajes de invierno y no las incorporaciones nuevas que por un motivo o por otro no aportaron demasiado.
Fuente: LaLiga
En marzo, el conjunto castellano, en cuestión de 20 días cambió totalmente la situación con 8 jornadas consecutivas sin conocer la derrota devolviendo la ilusión a una afición que volvía a creer en el play-off de ascenso, cosa que parecía imposible. El Burgos CF por fin había vuelto a ser el que era, un equipo reconocible muy férreo en el Plantío que compite ante cualquier rival. Ramis, devolvió la garra y hambre al conjunto blanquinegro además de recuperar a los pilares del equipo. Todo ello se convirtió en resultados, sensaciones y ilusión.
Llegamos ya al final de temporada donde el equipo no llegó a poder pelear por ese play-off debido a que en numerosas ocasiones no supo cerrar los partidos con victoria a pesar de ser superior. Nos faltó dar un paso hacia delante más.
En conclusión, hemos vivido una temporada de muchas emociones, acorde con la auténtica esencia del Burgos CF, por lo que viendo lo que sufrimos en su día yo veo más que válida la permanencia en segunda división. Ahora toca recuperarse y esperar a la siguiente temporada con ilusión y esperanza porque este equipo ha demostrado que puede con todo y contra todos.