Offsider
·15 de septiembre de 2025
Mucho balón, poca química

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·15 de septiembre de 2025
El conjunto vigués empató 1-1 en casa en un partido que reflejó un problema recurrente: genera muchas ocasiones, pero carece de ideas en tres cuartos de campo y de la chispa necesaria para definir. La falta de sincronía en la delantera dejó otra vez a los celestes sin una victoria que merecieron por volumen de juego.
Claudio Giráldez apostó por un ataque con Iago Aspas partiendo desde la derecha, Jutglà como referencia y Pablo Durán en la izquierda. Sin embargo, Jutglà y Durán, más segundos puntas que delanteros centros, se pisaron espacios y no ofrecieron la imprevisibilidad necesaria. El equipo movió bien el balón, pero las conexiones entre líneas fueron escasas y poco profundas.
Jutglà trabajó mucho atacando el espacio y bajando a recibir, pero la ausencia de un nueve clásico que fije a los centrales limitó el peligro real en el área. Su mejor versión en Bélgica llegó precisamente jugando junto a un ariete de referencia, un contexto que todavía no ha encontrado en Vigo.
Jutglà en la grada de Balaídos – Foto: RC Celta
La entrada tanto de Borja Iglesias como de Bryan Zaragoza cambió totalmente el ataque. Aunque solo compartieron junto a Aspas diez minutos en el campo, Bryan abrió bien el campo y aprovechó su velocidad y regate para hacer daño, mientras Borja se mostró sólido en los apoyos, pisó área con frecuencia y marcó el penalti del 1-1 en el añadido.
Hugo Álvarez entró en el lugar de Aspas y también aportó, ofreciendo desborde y combinación en espacios reducidos, lo que permitió al Celta terminar el partido con mayor dinamismo ofensivo.
Bryan Zaragoza fichaje estrella del Celta – Foto: RC Celta
Más que una simple falta de gol, el verdadero problema es el juego plano y la escasa conexión entre perfiles ofensivos. El Celta dispone de atacantes distintos e interesantes, pero Claudio Giráldez aún no ha encontrado las parejas o tríos que se complementen de forma natural.
Con piezas de talento y características variadas, el reto del técnico será descubrir las combinaciones que saquen el máximo partido de su plantilla para que el dominio en el campo se traduzca en un ataque más fluido y convincente.
El equipo agradeciendo a la grada tras el partido contra el Girona – Foto: RC Celta