💚 Nabil Fekir, la imagen del Betis en la previa ante el Lyon | OneFootball

La publicación de la imagen prepartido del Real Betis para el choque ante el Olympique Lyonnais ha encendido la nostalgia y la ilusión de la hinchada. Ver a Nabil Fekir enfundado en la elástica verdiblanca, aunque sea en un contexto promocional, sirve como recordatorio de su legado. El campeón del mundo, fichado en 2019 desde el propio Lyon, no tardó en demostrar que su llegada era un golpe de efecto para la ambición bética, convirtiéndose en el rostro de un proyecto que aspiraba a mirar a Europa con regularidad.

Desde sus primeros partidos, el franco-argelino desplegó un fútbol de una calidad exquisita, capaz de desequilibrar encuentros con un regate inesperado o un disparo potente. Su zurda mágica se convirtió en la principal arma ofensiva del equipo. A lo largo de sus cinco temporadas, Fekir disputó 165 partidos y anotó 29 goles, dejando una colección de jugadas para el recuerdo. Más allá de los números, su compromiso en el campo y su personalidad le hicieron ganarse el respeto inmediato del vestuario y la afición.

La cima de su trayectoria en el Benito Villamarín llegó con la conquista de la Copa del Rey en 2022. Fekir fue una pieza clave en aquel equipo dirigido por Manuel Pellegrini, que devolvió un título a las vitrinas 17 años después. Este éxito selló su estatus de ídolo. La comunión entre el jugador y la grada fue total, adoptándolo como un 'crack' de talla mundial que eligió vestir las trece barras por encima de ofertas de clubes más poderosos.

La afición del Betis, conocida por su pasión, encontró en Fekir a un jugador diferente, un jugón que disfrutaba vistiendo la camiseta. Cada detalle técnico, cada gol de falta o cada pase filtrado era celebrado con una devoción especial. Aunque su etapa finalizó en 2024 con su traspaso al Al-Jazira, el cariño que se le profesa sigue intacto. Su recuerdo es el de un líder silencioso, un futbolista de época que personificó la calidad y el arte que tanto valora el beticismo.

Que su imagen presida el cartel del partido ante su ex-equipo, el Olympique Lyonnais, no es casualidad. Representa el puente emocional entre dos clubes importantes en su carrera. Para la afición, es un recordatorio de los gloriosos años que se vivieron con él. Su figura trasciende lo meramente deportivo, siendo un verdadero emblema del Real Betis en la última década. Su legado perdurará en la memoria verdiblanca como el del genio que hizo soñar a una ciudad.

📸 CRISTINA QUICLER - AFP or licensors