Neymar y su calvario con las lesiones | OneFootball

Neymar Jr suma a su lista una nueva lesión. Cuando parecía que comenzaba a alzar el vuelo, la fortuna vuelve a cebarse en Neymar el astro brasileño.

El Santos confirmó su baja para el decisivo encuentro ante Inter de Porto Alegre, después de que el delantero terminara con molestias tras el duelo frente a Mirassol, partido en el que pasó de héroe a villano al marcar un gol y luego cometer el penalti que supuso el empate. El Peixe deberá jugarse la permanencia sin su máxima figura, un golpe duro en un momento crítico de la temporada.

Lesiones tras lesiones para Neymar

Las primeras exploraciones médicas apuntan a que las dolencias de Neymar se originaron en la rodilla izquierda, una zona especialmente sensible para él desde su operación de hace dos años, aunque también se habla de una posible sobrecarga muscular que habría terminado por resentirlo en pleno partido.

El cuerpo médico del club, que ha seguido con cautela su evolución desde que regresó al Vila Belmiro, ha decidido no arriesgar y darle un periodo corto de recuperación antes de revaluarlo. La esperanza dentro del club es que pueda reaparecer el próximo fin de semana ante Sport, aunque esa posibilidad dependerá de cómo responda en los entrenamientos de transición que iniciará en los próximos días.

Neymar Jr (Photo by Ricardo Moreira/Getty Images)

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Lo cierto es que Neymar no ha logrado recuperar continuidad desde su regreso a Brasil. Las lesiones musculares lo han castigado repetidamente y ya acumula 24 partidos perdidos por diferentes dolencias, cifra a la que se sumará el choque contra el Colorado. Cada ausencia del brasileño se ha sentido con fuerza en un Santos que depende de su desequilibrio y liderazgo dentro del campo, pero que rara vez ha podido contar con él a plenitud física.

El desgaste acumulado, los esfuerzos por regresar y la presión por liderar al equipo en plena crisis han generado creciente preocupación entre los aficionados, que ven cómo la estrella no consigue encadenar una racha positiva.

El panorama deportivo del Santos tampoco ayuda. El equipo marcha decimoséptimo en la tabla, justo en la frontera del descenso, con 37 puntos y un margen prácticamente inexistente para el error. La permanencia no solo determinará el futuro del club, sino también el del propio Neymar, cuya continuidad está supeditada a mantener la categoría.

El calendario parece, en teoría, accesible: dos partidos ante rivales ya descendidos, Sport y Juventude, y un complicado duelo frente a Cruzeiro, tercero en la clasificación. Aun así, sin su estrella, la misión se vuelve más incierta.Es la hora de que Neymar vuelva a aparecer cuando más lo necesitan, pero una vez más su cuerpo se interpone en el camino. El desenlace de la temporada dependerá tanto de la reacción del equipo como de la velocidad con la que el brasileño pueda recuperarse.

A nivel anímico, la lesión representa un golpe difícil de digerir tanto para la afición como para el propio jugador. Neymar había mostrado señales de recuperación, de reconectar con el juego y de querer asumir el rol de figura en un momento difícil para el club que lo vio nacer.

Su compromiso con el proyecto era evidente: declaraciones recientes apuntaban a que quería “devolver a Santos al lugar que merece”, un mensaje que ilusionó a la hinchada. Sin embargo, este nuevo contratiempo reactiva dudas sobre su capacidad de sostener un rendimiento estable y competitivo en el tramo final de su carrera.

Además, su condición física vuelve a alimentar el debate nacional sobre su presencia futura en la selección brasileña. Aunque el entorno de la Canarinha no lo descarta, el futbolista necesita continuidad para competir al máximo nivel internacional. Cada recaída aleja ese objetivo. El desenlace de la temporada dependerá de la capacidad del Santos para encontrar soluciones sin su estrella y de la rapidez con la que Neymar pueda recuperarse.

Es un momento decisivo para todos. Y, una vez más, el fútbol pone a prueba la resistencia —física y mental— del jugador brasileño más determinante de su generación.