Ni el mejor Lamine pudo salvar al peor Barcelona | OneFootball

Se agrava la crisis del Barcelona de Hansi Flick. Los culés no pudieron vencer al Brujas; de hecho, estuvieron perdiendo hasta en tres ocasiones distintas y nunca pudieron ponerse por arriba en el marcador. Solo un Lamine Yamal espectacular, que despejó cualquier duda sobre su estado físico, y el VAR, que llamó a Anthony Taylor para anular un penal y el cuarto tanto local, pudieron evitar males mayores. Aun así, a los catalanes de poco les sirve el empate, pues se quedan fuera de la zona de clasificación directa a los octavos de final de la Champions.

Los ya habituales problemas en la retaguardia del conjunto azulgrana esta temporada saltaron a la vista desde muy pronto. Tras un par de avisos sobre su capacidad de hacer daño desde las transiciones, al sexto minuto de juego el Brujas castigó la pobre sincronización de la línea defensiva culé al tirar el fuera de juego para que Forbs corriera a placer por banda derecha y le sirviera en bandeja el gol a Tresoldi.

Forbs, que en su momento supo ser uno de los canteranos más prometedores del Manchester City, fue el principal dolor de cabeza para el Barcelona. Fue él quien volvió a hundir al equipo de Flick cuando parecía ya repuesta tras el pésimo arranque. Poco después de cumplir el primer cuarto de hora, el cuadro belga apenas necesitó de cuatro pases para que Tzolis dejara a Forbs solo y éste, con una velocidad pasmosa, se plantó mano a mano con Szczęsny y venció al polaco para agravar la sorpresa.

Los culés tenían poquísimas ideas para hacer daño y sus únicos argumentos para remontar tenían nombres propios: Fermin y Lamine. El primero sobresalió en el peor momento colectivo y asistió a Ferran en el primer gol catalán, mientras que el segundo tomó la batuta tras el segundo tanto rival. El 10 desesperó a los defensores contrarios e hizo mucho daño, pero ni eso bastaba.

Después de volver del descanso no cambió el guion. Fueron los mismos dos, Fermin y Lamine, quienes salieron al rescate; a la hora de partido, un Lamine que ya había demostrado estar inspirado, se sacó rivales de encima, le confió la pelota a Fermin y éste se la devolvió con un tacón para dejarlo mano a mano con Jackers. El gol era un premio para el extremo, que era con diferencia el mejor entre los 22 jugadores en el césped. Se cargaba el equipo al hombro y eso bastó para que los culés pudieran responder a cada cachetazo del Brujas, pero no para llevarse los tres puntos.

En el otro costado, fue Forbs quien ayudó a los suyos a reponerse cada vez que Lamine respondía. Poquísimo tardó después del segundo tanto contrario para anotar el tercero propio; un pase magnífico de Vanaken lo dejó mano a mano con Szczęsny, que no pudo hacer nada ante la definición del 9. Ni tres goles bastarían para detener al Balón de Plata, quien con un centro propició el autogol de Tzolis al 77' que terminó sentenciando el resultado final.

Sobre el final, fue el Brujas quien estuvo más cerca del triunfo. El Barcelona nunca se reconoció, nunca fue peligroso desde lo colectivo, aunque pudieron anotar con un disparo muy lejano de Eric García que se estrelló en el larguero. Incluso, antes del gol en propia del Brujas, los culés pasaron un susto mayúsculo con un penal pitado en el 70', pero para su fortuna el VAR llamó a Anthony Taylor y éste tardó poco en cambiar su decisión inicial tras revisar la acción.

La última polémica llegó al minuto 90 con una irresponsabilidad de Szczęsny en salida de balón que lo llevó a perder la posesión ante la presión de Vermant y éste anotó el cuarto a puerta vacía. No obstante, otra vez la sala VOR apareció al rescate, llamó a Taylor para ver la jugada y éste señaló una falta de Vermant sobre el portero que anulaba el gol. Los belgas terminarían sin llevarse una victoria que parecía merecida, mientras que el Barcelona se marchaba con caras largas, pero con la sensación de que incluso el empate era demasiado premio.