Ni Lamine, ni Nico Williams: España se rinde a la Pedridependencia. No necesita el Balón de Oro para causar admiración en todo el mundo | OneFootball

Durante meses, se habló de la “NicoWilliamsdependencia”. Antes, de la “Lamine-manía”. Pero, al final, el fútbol siempre acaba poniendo a cada uno en su sitio.

Y ahí, en el centro de todo, vuelve a estar él: Pedri González, el jugador que transforma a España cada vez que toca un balón. No hace ruido, no gesticula, no busca portadas. Simplemente, juega mejor que nadie.

España ganó a Georgia por 2-0 en la fase de clasificación para el Mundial. Y lo hizo de la mano de un Pedri clarividente que enseñó a sus compañeros el camino de la victoria.

El regreso del genio silencioso

Luis de la Fuente lo dijo al término del partido con una sonrisa cómplice: “Lo que sería noticia es ver a Pedri haciendo algo mal”. Y no le falta razón. El seleccionador sabe que, con el canario en el campo, la Roja se mueve a otro ritmo.

Pedri es vital en los planes de De la Fuente | Getty Images, Madrid-Barcelona

Lo demostró ante Geogia, en un partido en el que España no necesitó a Lamine Yamal ni a Nico Williams para brillar. Bastó con que Pedri marcara el compás, como un director de orquesta que hace bailar a todo un estadio.

El de Tegueste, a sus 22 años, ha aprendido a convivir con la presión. Sabe que todo el mundo espera de él magia, y aun así no falla. No busca el regate imposible ni la jugada viral.

Busca el pase que desarma al rival. Y lo encuentra. Siempre.

Sagnol se rinde: “Es uno de los mejores del mundo”

Willy Sagnol, seleccionador de Georgia, fue muy claro tras el encuentro: “Pedri es uno de los mejores jugadores del mundo porque es inteligente. Lo más importante es dar soluciones a un equipo, y él lo hace”. Y cuando el rival se rinde con esa sinceridad, no hace falta añadir mucho más.

Pedri no solo desactiva al rival; activa a los suyos. Su presencia convierte a Rodri, Fabián o Dani Olmo en futbolistas más cómodos, más sueltos, más seguros.

Es el engranaje que da sentido al resto. El que sabe cuándo acelerar, cuándo pausar, cuándo esconder el balón y cuándo mostrarlo.

Pedri tiene mucho que ver con la explosión de Lamine Yamal | Getty Images, Madrid-Barcelona

España se rinde a su Pedridependencia

Ya no hay debate: España es Pedridependiente. Y no es una mala noticia. Todo lo contrario.

Porque si el fútbol consiste en pensar más rápido que los demás, Pedri va dos jugadas por delante. De la Fuente lo tiene claro: el equipo se construye a partir de él.

Y aunque Lamine y Nico sigan siendo pura electricidad, la chispa que enciende el motor está en los pies del 8 del Barça. Un jugador de otra época, con alma de Iniesta y temple de Busquets. Si las lesiones le respetan, España tiene cerebro para una década.

La Roja vuelve a tener identidad

Cuando Pedri está, España juega a lo que siempre fue: posesión, inteligencia, precisión y ritmo. Y eso, en tiempos de prisas y fútbol físico, es casi una declaración de principios. No hay dudas: la Roja vuelve a sonar a música de los buenos tiempos, y el que marca el compás es Pedri González.