No fue un tema deportivo: Diego Valencia cuenta su verdad y revela el infierno que vivió en Salernitana  | OneFootball

El delantero de la UC confirmó hostigamiento, presiones y vulneraciones a sus derechos como trabajador por parte de Gianluca Petrachi.

Recuerda seguirnos en Facebook: Punto CruzadoSíguenos en nuestra nueva cuenta de X: @PuntoCruzado_

A mediados del año pasado Diego Valencia volvía al Salernitana tras su paso por el Atromito de Grecia, en donde lamentablemente vivió un infierno en Italia, todo esto por decisiones extrafutbolisticas y principalmente por parte de Gianluca Petrachi, quien en su momento era director deportivo del Salernitana.

En una reciente entrevista en el podcast de Mauro Castro, Diego Valencia confirmó que lo fue un secreto a voces por varios meses, ratificando que la marginación que recibió en Salernitana el año pasado no fue por algo futbolístico, sino que todo arrancó por un tema económico.

El “pollo” estuvo casi todo el segundo semestre del año pasado sin jugar, según reveló en esta extensa conversación, en su momento también fue marginado de los entrenamientos e incluso, se le prohibió el ingreso a las instalaciones del Salernitana cuando aún era parte del club, meses que terminó sin recibir sueldo por el elenco italiano.

“Cuando volví del préstamo de Grecia, yo seguía manteniendo el mismo contrato que cuando el club me compro, sin ninguna cláusula en donde decía que si el club bajaba a mí me cambiaban las condiciones. Cuando yo volví del préstamo mi sueldo era alto para segunda división”, partió narrando Valencia, exponiendo de a poco el infierno que vivió.

“A medida que empezó a avanzar el periodo del libro de pases, a mí nunca me comunicaron que me tenía que ir. Estaba jugando todos los minutos, estaba contento y cuando quedaban dos días de mercado, el director deportivo, después de un partido en donde yo había jugado bien, me llama y me dice que lo mejor para mi carrera era salir del club, porque mi sueldo iba a ser insostenible a lo largo del año”, momento en donde arrancó su calvario.

“Al partido siguiente que cerrara el libro de pases, no estoy ni convocado a pesar de que había sido titular en los partidos anteriores, me acerque al técnico y me dice que el director deportivo le había pedido que no me convocara, porque yo no había querido seguir las órdenes de él”, algo que no cambió durante todo el año.

“En las primeras semanas, entrenaba con normalidad junto a los demás, y después me apartan del equipo, entrenaba en otra cancha y cada vez fue empeorando. El club fue haciendo cosas para presionarme a renunciar y así yo no cobraba ningún peso. En octubre, con todos los mercados de pases cerrados, yo estaba encarcelado en Italia, no podía entrenar ni jugar con el equipo, y cada vez fue empeorando. Me cambiaban los horarios de entrenamientos, a veces llegaba y no me dejaban entrar al club deportivo, lo hacían solo para hostigarme”, expone el “30” de la UC.

“En octubre dejaron de pagarme mi sueldo, en los últimos tres meses que estuve allá no cobre ningún peso, empecé una demanda cuando me dejaron de pagar, pero iba a dar para largo, y diciembre y enero no me dejaron ir más al club. Fue una etapa dura. Como tenía una demanda en curso contra el club, era difícil cambiarme de equipo, así que tuve que tomar la decisión en febrero de desistir de la demanda, darle en el gusto a la injusticia y tomar la decisión de volver a Católica”, recordó.

En este mismo escenario, también apunta a como tanto en Chile y en Italia se mintió bastante sobre el caso, algo que en su momento no salió aclarar debido a que no era algo cómodo para él. “Los periodistas acá en Chile hablaron un montón de cosas que no eran ciertas, los periodistas italianos se equivocaron en muchos reportajes que hicieron, pero yo nunca quise salir a hablar, porque sentía que solo le iba a dar importancia al tema y más material para que siguieran hablando de algo que me incomodaba”.