Noche trágica: Apeados de la Copa del Rey (1-0) | OneFootball

El Espanyol cayó eliminado en la segunda ronda de la Copa del Rey, por segundo año consecutivo, contra un equipo de Segunda Federación con es el Atlético Baleares por la mínima. La ilusión de este torneo se esfumó después de un encuentro plano, espeso y realmente malo del conjunto de Manolo González. Después de un primer acto sin poca historia, los de Luis Blanco, técnico que fue el gran victorioso de la noche, marcaron la diferencia con un gol de Jaume Tovar al poco de iniciar el segundo periodo. Y a la desesperada, los pericos no lograron, prácticamente, inquietar la meta rival.

El primer tiempo del Espanyol tan solo animó a la esperanza del Atlético Baleares, que salió en busca de igualar las fuerzas a la formación perica. Y después de unos primeros minutos de tanteo, los de Luis Blanco cogieron confianza, entrelazando varias posesiones y envíos en largo. Todos ellos estériles. La faena de los centrales pericos se tradujo en duelos que solventaron sin relativo peligro ni exigencia. Correctos.

Mientras, el Espanyol dominó territorialmente y se acercó a la portería de Julián Rivas mediante centros laterales sin generar peligro. Antoniu Roca, en la media punta, intentó dar velocidad a los ataques con sus cambios de ritmo, pero solo con escaso éxito. Muchos intentos y poco acierto dejaron a un equipo perico plano, sin que nadie se contagiara de su energía. La ocasión más clara del encuentro llegó a falta de cinco minutos para la conclusión del primer acto, con un chute seco de Jofre Carreras, que salió demasiado cruzado. Hasta el momento, solo llegadas y no ocasiones.

Y la esperanza que dio el Espanyol la aprovechó de manera perfecta el hombre gol del Atlético Baleares, Jaume Tovar, al poco de iniciar el segundo periodo. La mala tarde perica se tornó a peor con una acción muy mal defendida. Rubén Sánchez flotó al centrador y Clemens Riedel, que no calculó bien el salto para despejar el envío asistió con la mano a un Tovar que recogió el balón muerto para fusilar ante Fortuño y desequilibrar la balanza.

Manolo González buscó la reacción poniendo toda la carne en el asador. Los titulares de la victoria en Balaídos al campo y con una disposición en el verde ultraofensiva. Sin embargo, los ataques no se transformaron en oportunidades de gol. De hecho, el Espanyol, que no interpretó bien dónde llevar el cuero, se atascó por el carril central, no encontró vías mediante centros laterales y se quedó sin firmar ningún disparo a puerta en todo el encuentro.

La ocasión más clara fue un chute forzado en el interior del área de Dolan en el minuto 88. El asedio perico en los últimos instantes solo dejó un balón muerto de Miguel Rubio que por poco no cazó Roberto para marcar a placer. Intentar igualar en el tiempo de añadido cuando no habías hecho nada durante todo el encuentro es muy complicado. Noche terrible, horrorosa, ridícula. La primera mancha real de la gran temporada que está firmando el Espanyol. Por segundo año consecutivo, el equipo perico queda eliminado por un conjunto de Segunda Federación.