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·29 de junio de 2025
Norris sale victorioso de la tensión con Piastri en Austria; un Alonso ‘mega’ repite 7º, su mejor resultado

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·29 de junio de 2025
«Increíble. Tengo DRS y no puedo pasarle«. Era uno de los comentarios que hacía Fernando Alonso a mitad de carrera en el GP de Austria cuando se encontraba detrás del RB de Liam Lawson. El asturiano se refería a que, aún de tener la ventaja del DRS, el déficit de potencia de Aston Martin le prohibía adelantar a su rival. Y eso que los coches de verde tienen el mismo motor Mercedes que los McLaren, donde Lando Norris salió vencedor de su reñida lucha con Piastri.
Evidentemente, la configuración que usan los McLaren poco y nada tienen que ver con la que utilizan en Aston Martin. Y eso evidenció en una carrera en la que Piastri, aún de intentarlo varias veces y en varias posiciones distintas, no pudo superar finalmente a su compañero Lando Norris.
El británico ganó en Austria en una de esas carreras en la que los coches papaya se construyeron su propia categoría. Y es que el tercero, que terminó siendo Leclerc, concluyó a casi 40 segundos de la cabeza. Igualmente, Oscar Piastri sigue al frente del Mundial, haciéndose aún más fuerte en un campeonato que sigue reflejando su cara.
No era la única escena de Montreal que se podía repetir porque McLaren dejó pelearse a Norris y Piastri hasta la vuelta 25, momento en el que los dos pilotos papaya paraban por vez primera. Y entretanto Alonso seguía cabalgando y acechando al podio hasta que en la 35 confirmó que la estrategia de Aston Martin era a una parada con duro.
Algunos puestos por detrás, hasta el séptimo, acabó un Alonso que, aún de ese mensaje por radio en el que persiguió y persiguió durante todo el Gran Premio a Lawson, el asturiano remontó desde la 11º posición con un Aston Martin que sí que se vio mejor en esta carrera de lo anteriormente visto en otras carreras. En uno de sus constantes intentos, su ingeniero le decía que estaba haciendo un trabajo ‘mega’.
La razón, es que venía asegurándose ser séptimo desde la vuelta 35, a pesar de que el sorprendente Sauber de Bortoleto venía mejorando en esos sectores de velocidad en el que el Aston Martin flaquea. Su machada, aún de las retiradas tempranas de Antonelli y Verstappen, que se estrellaron en la primera vuelta. tiene mérito porque el AMR25 sufrió más de la cuenta -hasta los últimos instantes-.
Y lo hizo para ir más rápido que coches que venían por detrás, desde el mencionado Bortoleto y Hulkenberg, hasta el Haas de Ocon. Por tanto, lo lógico hubiera sido que el español terminara 10º. Pero, como suele, y con una defensa marca de la casa, las manos del astur cuentan infinitamente más que 8 km/h, que es lo que ganaban algunos de sus rivales.
Albon abandonó cuando apuntaba a la sexta plaza, y convergieron al final quienes apostaron por dos paradas (Bortoleto y Ocon, entre otros) frente a quienes arriesgaron con un solo paso por boxes, con Lawson y Alonso como principales protagonistas. Fernando se pasó toda la carrera a la estela del neozelandés, con el DRS abierto, pero sin posibilidad de adelantar.
Peor suerte corrió Verstappen. Si bien alcanzar a los McLaren, en especial a Norris se antojaba fuera de cualquier posibilidad, todo quedó en nada en la primera vuelta. Además, acabó con su hegemonía. Después de cuatro victorias consecutivas en el GP de Austria, el neerlandés le cedió el trono a uno de sus mayores rivales en la lucha por el Mundial de Fórmula 1, a Lando Norris.
No tuvo oportunidad de defenderse el vigente campeón, condicionado por el séptimo puesto en la clasificación del sábado. Max era carne de cañón y en la primera vuelta tuvo que abandonar después de ser embestido por un inocente Kimi Antonelli. Así, el camino se allanó para el equipo papaya. Red Bull se va de casa con 0 puntos, pues Tsunoda tampoco acabó en los puntos.
Además del gran resultado que ha conseguido el equipo Sauber, que merece mención aparte, en Austria fue Ferrari quien dio un salto después de la inestabilidad que se ha generado en el seno de la ‘Scuderia’ con la responsabilidad de Frédéric Vasseur tras un comienzo decepcionante y las dudas en torno a Hamilton.
El drama lo vivió Sainz, que ni siquiera pudo tomar la salida. Debió resetear en Williams cuando los otros diecinueve habían partido hacia la vuelta de formación, y para cuando regresó al ‘pit-lane’ se incendiaron los frenos traseros. El enésimo problema relativo a los frenos le bajó del coche antes incluso de empezar, y su media temporada está repleta de ocasiones perdidas.