Agente Libre Digital
·31 de julio de 2024
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El Sevilla continúa con la operación salida para liberar masa salarial y poder afrontar nuevos fichajes. En los últimos días han abandonado la disciplina sevillista algunos de los descartes que llevaban tiempo en la rampa de salida, como por ejemplo Januzaj y Delaney. Aunque también se ha despedido una pieza muy importante para el equipo, su máximo goleador, Youssef En Nesyri. El marroquí puso rumbo a Turquía para unirse al Fenerbahçe de José Mourinho, dejando en caja una cantidad que ronda los 20 millones de euros. El siguiente en decir adiós al cuadro de Nervión será Ludwig Augustinsson.
Sevilla y Anderlecht han llegado a un principio de acuerdo para el traspaso del jugador, que tendrá un contrato de tres años y estará ligado al equipo belga hasta junio de 2027. Tras jugar allí cedido esta última temporada, el futbolista de 30 años se ha consagrado como titular y su deseo era quedarse donde ha recuperado la felicidad. Le quedaba un año de contrato en Sevilla, pero todas las partes estaban interesadas en que se concretase la operación.
El sueco llegó al club hispalense bajo la dirección deportiva de Monchi, que lo firmó por cuatro años. Mediante su fichaje se buscaba un reemplazo de garantías para Sergio Escudero y que pudiese dar pelea a Acuña en el lateral izquierdo. Sin embargo, tras desembolsar 5’5 millones de euros al Werder Bremen, el rendimiento de Augustinsson no ha cumplido con las expectativas. En los tres años que han transcurrido desde su llegada, solamente ha estado en la plantilla sevillista en la primera temporada. Por lo que solamente ha jugado 27 partidos con la elástica sevillista, la mitad de ellos como titular.
El lateral sueco durante su única temporada con la camiseta sevillista.
Al año siguiente salió cedido al Aston Villa, que pagó medio millón por el préstamo y se guardó una opción de compra por si acaso. Pero nada más lejos de la realidad. Su participación fue mínima y en enero cambió de aires de nuevo. Volvió a la liga española, aunque esta vez con la camiseta del Mallorca, donde tuvo todavía menos protagonismo que en Inglaterra y apenas disputó algo más de 100 minutos. Prácticamente cerró una temporada en blanco, puesto que sus minutos totales equivalen a cuatro partidos completos.
Ante esta tesitura, se tomó la decisión de que recalase en una liga fuera del top 5 para que el jugador pudiese recuperar sensaciones y volviese a sentirse futbolista. Y eso es lo que ha conseguido en el Anderlecht disputando la liga belga.