Revista MadridistaReal
·25 de noviembre de 2025
Opinión: Con el Real Madrid no se juega

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El Real Madrid volvió a empatar y ya son tres partidos sin conseguir la victoria. ¿Qué le está sucediendo al equipo?
Todo parecía perfecto hasta el partido frente al Valencia. El Real Madrid vencía, incluso mostraba, tras la victoria en El Clásico, automatismos de aquellos que se suponía que Xabi Alonso quería implantar en el equipo.
Cuando las sombras de una temporada aciaga parecían disiparse en un esperanzador futuro llegó Anfield, Vallecas y Elche. Tres partidos que no sólo han supuesto malos resultados, lo que es peor, han confirmado unas malas sensaciones que se han traducido en un retroceso en el juego del equipo.
La idea de Xabi Alonso parecía clara, presionar arriba, generar ocasiones y ser protagonista. Algo que pudo hacer contra el Barça y contra el Valencia, además de en muchos partidos que alimentaron una racha victoriosa que se ha frenado en seco. La explicación a esos malos resultados es que el equipo, de la noche a la mañana, ha abandonado cualquier atisbo del plan inicial.
Ni rastro de la presión ordenada del equipo, el dinamismo para generar ocasiones, la capacidad para controlar los encuentros y, sobre todo, el compromiso necesario para encontrar la victoria. Una desconexión más propia del rendimiento de la temporada anterior, que de una nueva realidad que el madridismo anhela.
La sensación es que no hay espíritu de equipo y sólo las batallas individuales y la calidad permiten seguir teniendo esperanza. Sin embargo, el fútbol de hoy en día (y seguramente el de siempre) precisa un plan y una propuesta futbolística. Con la suma de talentos individuales no alcanza para conseguir títulos, se necesita un trabajo coral, aquello de «todos a una».

Carl Recine/Getty Images
Durante el parón de selecciones las informaciones hablan de una brecha entre pesos pesados del vestuario y Xabi Alonso. El más contundente respecto a esto fue Iñaki Angulo, que en su canal de YouTube no dudó en exponer la situación del vestuario. Esta brecha en el vestuario, aunque con matices, fueron confirmadas por periodistas como Mario Cortegana en The Athletic o Rodra en ESPN. También personas cercanas a la información del Real Madrid como Ramón Álvarez de Mon.
Parece evidente que el ambiente ha dejado de ser todo lo idílico que se desearía, algo que parece haberse trasladado al verde.
¿Culpables? Quizás no sea el momento de señalar (o si). Lo que está claro es que muchos de los futbolistas que conforman la plantilla fueron protagonistas de la temporada anterior. Ancelotti abandonó el Real Madrid por no conseguir los objetivos que la exigencia del Real Madrid impone. Y fue el propio entrenador italiano quien, en repetidas ocasiones, ya dió varios toques de atención sobre la actitud del vestuario.
En este contexto, el partido frente a Olympiacos en el infierno griego se presenta como una final. Urge una reacción futbolística contundente y volver a la senda de la victoria.
Sin embargo, si hay algo que el madridismo nunca negocia es la idea de que el club, el escudo y la camiseta están por encima de cualquiera. El Real Madrid no entiende de intereses personales, sólo de exigencia y de éxitos colectivos. Los futbolistas del Real Madrid deben recuperar la humildad que les hizo ser un bloque unido. Recordar que la temporada pasada fue un fracaso colectivo que ni puede, ni debe volver a repetirse.
El Real Madrid no es un lugar cómodo, no es un club en el que se pueda decidir cuándo o dónde jugar. Por respeto a la afición y a la historia del equipo, uno debe entender la responsabilidad que supone representar al Real Madrid.
Es cierto, Xabi Alonso ha podido cometer ciertos errores, pero la realidad es que cuando el equipo ha respondido a su plan, los resultados y el juego han sido más que positivos. En Elche, las decisiones de Xabi parecían confusas, un equipo desdibujado desde el inicio. Esto se tradujo en un partido mediocre en el que no se encontraron respuestas al mal juego mostrado en Liverpool y Vallecas. Por ello, Xabi debe reencontrarse y reconectar consigo mismo y con los futbolistas.
Es hora de mirarse a las caras, solventar las diferencias y volver a lo importante: el fútbol.
Que Xabi recupere la confianza y vuelva al plan. Que los jugadores se dejen el alma cada segundo que vistan la camiseta del club. Que el club haga saber que no todo vale. Que vuelva el Real Madrid.
Es un momento clave en la temporada y el proyecto del Real Madrid. Aún hay tiempo de reconducir la situación antes de perder la ventaja que se había conseguido al inicio de temporada. Antes de esta involución, el equipo funcionaba y de ello tan sólo hace 3 semanas.
El miércoles es el día señalado para cambiar la dinámica y es responsabilidad de todos que esto suceda. De lo contrario, antes o después, el Santiago Bernabéu dictará sentencia porque con el Real Madrid no se juega.
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