Otra vez el Fair Play: Barcelona vuelve a estar complicado para fichar | OneFootball

¡Drama a la vista en Can Barça! El FC Barcelona se enfrenta nuevamente al fantasma de la regla 1:1 de LaLiga, una situación que amenaza con complicar, y mucho, sus movimientos en el mercado de fichajes veraniego. A pesar de tener a Joan García (24 años) prácticamente cerrado como la primera incorporación de la era Hansi Flick por 25 millones de euros, el club se encuentra en una encrucijada que podría dejar a sus nuevos talentos en la grada.

El conjunto culé ha vivido en una montaña rusa financiera. Tras un breve lapso de «normalidad» —apenas tres meses, de enero a marzo de este mismo año— donde pudieron inscribir provisionalmente a Dani Olmo y Pau Víctor, la situación se ha vuelto a torcer. Aquel respiro se consiguió gracias a una operación de 100 millones de euros por la venta de 475 asientos VIP del futuro Spotify Camp Nou, avalada por el Consejo Superior de Deportes.

Empresas como New Era Visionary Group y Fort Advisors Limited inyectaron fondos con pagos iniciales, pero la promesa de un segundo desembolso de 42 millones de euros antes del 30 de junio es crucial. Sin embargo, la propia auditora del club, Crowe Spain, no aceptó contabilizar los 100 millones como ingresos para la presente temporada, forzando al Barça a informar a LaLiga en marzo de esta salvedad, lo que automáticamente los sacó de la ansiada regla 1:1.

Renovaciones Costosas y la Urgencia de Vender

La directiva azulgrana confía en que, con el avance de las obras del estadio y el pago pendiente, la auditora y LaLiga den finalmente su brazo a torcer y validen el ingreso. Pero el tiempo apremia y la realidad es tozuda: la masa salarial del club se ha disparado. Las recientes y estratégicas renovaciones de joyas como Lamine Yamal y Raphinha, sumadas a la llegada de Hansi Flick y su cuerpo técnico, han incrementado significativamente los gastos en plantilla.

Esto deja al Barcelona en una posición delicada: para poder inscribir a Joan García y a cualquier otro refuerzo que Flick pueda solicitar, la venta de jugadores se antoja una necesidad imperiosa. De lo contrario, el verano culé podría estar marcado por la angustia y la incertidumbre, repitiendo escenarios de suspense que ya se han vuelto demasiado familiares para la afición blaugrana. El balón está en el tejado de la dirección deportiva: ¡a mover fichas o los nuevos no jugarán!