
La Galerna
·4 de septiembre de 2025
Pero ¿qué nos ha hecho Bulgaria?

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·4 de septiembre de 2025
Buenos días, amigos. Ya sabéis que en La Galerna no llevamos muy bien los parones de selecciones. Nos preguntamos, de hecho, si la propia idea de que los países diriman su honra nacional en campos de fútbol no será un poco anacrónica, y se nos hace extraña.
Para nosotros, la verdad, el fútbol es de los clubes. Respetamos a quienes opinen lo contrario, pero nos parece que los conflictos internacionales deben solucionarse por la vía diplomática o, si la cosa se pone muy fea, a base de cañonazos, pero no jugando al balompié. Lo curioso es que se juega incluso cuando, aparentemente, no hay razón alguna para enfrentarse.
Esta noche, la selección federativa defiende el honor patrio ante Bulgaria.
—Y ¿qué nos ha hecho Bulgaria?— os preguntaría anhelantes.
Está bien, anda en juego la clasificación para el Mundial, pero sin duda habrá una razón por la que tal cosa deba dirimirse precisamente ante Bulgaria, que es un país que en principio no nos ha hecho nada. ¿O es que sí nos lo ha hecho?
Si queréis os lo miramos. Mejor dicho, para qué postergar la respuesta. La pregunta para chatGPT sería: ¿qué afrentas históricas enemistan a España con Bulgaria, en el entendido de que estas deban resolverse en un terreno de juego?
La respuesta de chatGPT afianza nuestra perplejidad ante la disputa de este partido, tan profundamente anticlimático cuando ya estábamos empezando a disfrutar de este nuevo Madrid de Xabi Alonso.
“No existen afrentas históricas directas entre España y Bulgaria que los enemisten de forma significativa”, nos responde la IA, y prosigue: “A diferencia de otros pares de países europeos que han tenido guerras, disputas territoriales o conflictos coloniales, España y Bulgaria han tenido trayectorias históricas bastante separadas, con escaso contacto político o militar hasta el siglo XX”.
A continuación, chatGPT hace un recorrido histórico que justifica su aserto.
“Edad Media y Moderna:
España estaba centrada en la Reconquista y luego en su expansión en América y el Mediterráneo occidental.
Bulgaria, por su parte, estuvo bajo dominio bizantino y luego otomano durante siglos.
No hubo enfrentamientos ni rivalidades directas, ya que estaban en esferas geográficas y políticas distintas.
Imperio Otomano y los Balcanes:
Durante siglos, Bulgaria formó parte del Imperio otomano. España, enemistada con los otomanos, combatió contra ellos en el Mediterráneo (Lepanto, Túnez, etc.), pero nunca llegó a cruzar directamente con los búlgaros, que en ese momento estaban sometidos.
Es decir, coincidieron como víctimas/contrincantes de los turcos, pero no como adversarios entre sí.
Siglo XX (Guerras Mundiales y Guerra Fría):
Bulgaria y España no estuvieron en bandos opuestos de manera significativa.
En la Primera Guerra Mundial, Bulgaria estuvo con las Potencias Centrales; España se mantuvo neutral.
En la Segunda Guerra Mundial, Bulgaria se alineó con el Eje, mientras que España fue oficialmente neutral (aunque simpatizante del Eje). No hubo enfrentamiento directo.
Durante la Guerra Fría, España estuvo en la órbita occidental y Bulgaria en la soviética, lo que creó distancia ideológica, pero sin afrentas bilaterales relevantes.
Relaciones contemporáneas:
Hoy en día, ambos países forman parte de la Unión Europea y de la OTAN (España desde 1982, Bulgaria desde 2004). Sus relaciones son amistosas, basadas en cooperación.
En resumen: no hay afrentas históricas graves entre España y Bulgaria. Las relaciones han sido más bien distantes y neutrales hasta tiempos recientes, y actualmente son cordiales.
¿Quieres que te haga una lista de los pocos episodios de roce diplomático menor que sí ha habido (por ejemplo, durante la Guerra Fría o con cuestiones migratorias recientes?”
No, gracias, chatGPT, es suficiente. Si no parece que existan razones que deban movernos a enfrentarnos a Bulgaria en términos de relaciones bilaterales, cuánto menos las habrá para que lo hagan sobre el césped, especialmente cuando, para que tenga lugar este partido, debemos dejar en suspenso el disfrute que nos está procurando el ensamblamiento de las nuevas piezas del Madrid (Carreras, Trent, Huijsen, Mastantuono), la capacidad goleadora de Mbappé o las paradas de Courtois, amén del riego de lesiones que este partido conlleva.
Lo reconocemos: no entendemos. No sabemos por qué hay que pararlo todo para que se juegue esto. Las selecciones nacionales son una cosa bien rara para nuestro intelecto, y eso que nos sentimos tan (en este caso) españoles como el que más. Las selecciones nacionales son una cosa tan extraña que de repente, por arte abracadabresco, el máximo goleador del Mundial de Clubes es convocado… ¡por la selección sub21!, y lo más cachondo es que el tío parece feliz al respecto. O al menos eso se infiere de la sonrisa que muestra en las fotos de la entrevista que le hace As.
No podemos decir que el seleccionador nacional, Luis de la Fuente, no lo avisara. “Al chico le hace falta mili”, sentenció. Y ahí tenemos a Gonzalo García con el petate y el uniforme caqui. Lo de la mili también nos suena anacrónico y desconcertante. Todo lo relativo a este asunto se nos antoja de otra época, y el extrañamiento se acrecienta. ¿De verdad hay que pararlo todo para jugar esto ahora, cuando la cosa apenas ha echado a andar, cuando estamos en pleno septiembre?
En fin. Os dejaremos con la prensa cataculé, pero antes de ello mirad qué señor tan gracioso ha saltado al panorama mediático y anda dando una brasa increíble en redes sociales, platós y canales youtuberos.
Ya sabéis. Si alguna vez tenéis un conflicto judicial, acercaos al juez, en un momento discreto, y dadle un sobre con dinero.
—No se enfade, señor juez. Es solo para garantizar su neutralidad a la hora del veredicto, no le vaya a dar por no ser muy neutral y considerarme culpable.
Ya veréis qué bien se lo va a tomar el de la toga.
Pasad un buen día.
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