Diario UF
·14 de enero de 2022
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De hecho, Cristiano Piccini ya se ha despedido de la afición del Valencia a través de sus redes sociales. Así como también se le ha visto salir de la ciudad deportiva de Paterna con numerosas cajas, dando a entender que son sus pertenencias que estaban en el lugar de entrenamiento che. Su salida al Estrella Roja serbio está cerrada y el jugador se encontraría en estos instantes viajando al país de Europa del Este.
Su estancia en el Valencia CF está tocando su fin. Y con corto pero emotivo mensaje lo comunicó: “El unico escudo que he besado en toda mi carrera. Gracias por tanto Valencia CF y perdón por tan poco.” Esto hace ver el amor que Piccini siente por el club y la ciudad. Y es que no es para menos viendo su historia con el club che.
Es un jugador limitado en cuanto a calidad técnica, pero con sus gestos y acciones se ha ganado el cariño del valencianismo. Algún ejemplo podría ser perdonar la mitad de ficha para volver a vestir la elástica blanquinegra, cuando el Valencia atravesaba problemas financieros. Esto fue fruto de la cesión de Piccini a la Atalanta. Su estado físico no era el deseado por el conjunto italiano. Y, por ello, lo dejaron en la estocada a la mínima. No cortaron su cesión, pero no jugaba y casi ni entrenaba con el primer equipo. Rozaba lo denigrante.
Pero entonces surgió la opción de regresar al Valencia. Con el club en horas bajas, tanto deportiva como económicamente, Piccini decidió regresar a la ciudad del Turia. Además de perdonar la mitad de la ficha intentó recuperarse ‘in extremis’ para sumar para la causa. Finalmente re debutó con el equipo blanquinegro.
No obstante, no es la única historia que se puede contar de Piccini. Un jugador que sufriendo dos lesiones de gravedad, ha sabido reponerse a la adversidad para volver a sentir futbolista profesional. Dos roturas en la rodilla lo han mantenido muchos meses en el dique seco. De hecho, hay un dato que habla por sí solo. El jugador italiano se ha ausentado en más partidos de los que ha jugado. Pero él, en cuanto ha podido, siempre ha mantenido una sonrisa intacta y las ganas de defender la camiseta del Valencia por encima de todo.
Ahora, con menos de seis meses de contrato, Piccini se despide del Valencia disculpándose. Pero, si alguien se tiene que disculpar no es él. Un ejemplo de amor por unos colores. Y un sentimiento que él ha aprendido con el tiempo. Hoy se despide un italiano, pero mucho más valencianista que algunos supuestos valencianos de pro. ¿Su deseo? Vivir en Valencia en un futuro.