POSTA DEPORTES
·19 de octubre de 2024
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Guadalupe, Niuevo León.- Una de las jugadas más controversiales del Clásico Regio ocurrió al minuto 34, cuando Nahuel Guzmán, el arquero de Tigres, protagonizó una entrada agresiva sobre un jugador de Rayados dentro del área. Tras una tensa revisión en el VAR, el árbitro determinó que la jugada era merecedora de pena máxima a favor de los locales. Desde los once pasos, Lucas Ocampos tomó la responsabilidad y anotó el tercer tanto para Monterrey, desatando la locura en el Estadio BBVA.
Este gol no solo representó el tercero en el partido, sino que también fue el segundo tanto de Ocampos en un Clásico Regio, y su primero en un duelo oficial. Apenas en su segundo encuentro enfrentando a los Tigres, el argentino ya se ha consolidado como un goleador clave en los momentos más importantes para los Rayados. En su debut en un amistoso previo en San Antonio, Ocampos ya había marcado, y ahora repite la dosis en el partido que realmente cuenta.
En el amistoso de Texas, Ocampos aprovechó un rebote tras un cabezazo de Roberto de la Rosa para igualar el marcador, y más tarde, provocó un error de Fernando Gorriarán que culminó con una asistencia a De la Rosa para el 2-1 definitivo. Aquella actuación fue la antesala de lo que los aficionados de Rayados presenciarían hoy: un Ocampos