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·14 de junio de 2025
PSG, un equipo de autor

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·14 de junio de 2025
Arranca este domingo para el Atlético de Madrid esta novedosa competición que es el Mundial de Clubes de la FIFA, un torneo concebido para jugarse cada cuatro veranos y que, por mor de sus normas de clasificación, limitado a un máximo de dos equipos por país, resulta complicado pensar que el Atlético la vaya a volver a jugar en el corto plazo, salvo que cambien los cupos y el número de equipos participantes, cosa de la que ya se habla estos días por la ausencia, en esta primera edición, cosas de la vida, de los actuales campeones de Inglaterra, España e Italia.
Con esta incógnita en el aire para futuras ediciones y con el hándicap de una plantilla sin ninguna novedad con respecto a la que terminó el “curso tradicional” (al contrario que potenciales rivales como Real Madrid o Manchester City, por poner solo dos ejemplos), bien haría el Atlético en dar lo mejor de sí mismo y avanzar lo máximo posible en el campeonato, tanto por prestigio como por los notables premios económicos que se derivan de los puntos conseguidos y del avance de cada ronda.
Para empezar, ha quedado encuadrado el Atlético en un grupo de clasificación con el PSG francés, el Botafogo brasileño y el Seattle Sounders estadounidense; cuatro contendientes para dos plazas en unos octavos de final en los que la lógica dice que ambos equipos europeos deberían clasificarse sin un sufrimiento extremo. Pero, para arrancar este domingo y sin más preámbulos, el rival es el temible PSG de Luis Enrique, el reciente y arrollador campeón de Europa, un reto de una exigencia máxima para las huestes de Simeone. Un Luis Enrique que ha sido capaz de construir, meritazo el suyo, un equipo de autor, un equipo con excepcionales futbolistas, eso nadie lo niega, pero alejado de los mediáticos y controvertidos, por unas u otras razones, Messi, Neymar o Mbappé que, pese al nombre y su halo, jamás llevaron a los franceses a alcanzar las cotas visitadas este año. Especial tino tuvo el asturiano cuando pronosticó, a final de la temporada pasada que “el año que viene, sin Mbappé, seremos un mucho mejor equipo”. Y a fe que lo ha conseguido.
Estructurado en un 4-3-3 (casi) innegociable, habremos de ver cómo, tras la “resaca” de una temporada fabulosa con póker de títulos (odio la palabra cuatriplete), Champions incluida, afronta Luis Enrique este Mundial de Clubes.
El once titular en la pasada final de la Champions y que no ha diferido demasiado del presentado en otros partidos clave en la segunda mitad de la temporada, cuando el PSG alcanzó su velocidad de crucero como equipo ha sido el siguiente: Donarumma en la portería; una línea de cuatro en defensa formada por Hakimi, Marquinhos, Pacho y Nuno Mendes (tremendo el crecimiento de este jugador una vez que se ha consolidado y olvidado sus lesiones); Vitinha (excepcional futbolista y claro candidato al Balón de Oro si este premio se diese por méritos futbolísticos y no comerciales o de otro tipo), Joao Neves y Fabián Ruiz, en el medio campo y Kvaratskhelia, Doué y Dembelé en ataque; este último habrá de ser reemplazado por Luis Enrique, al menos, para la primera fase de este Mundial tras caer lesionado en su participación con Francia en la reciente fase final de la UEFA Nations League; y el francés Bradley Barcola, más extremo, o el portugués Gonçalo Ramos, más ´9´puro, parecen sus sustitutos más probables.
Algunos matices tácticos en los que deberá fijarse el Atlético:
– Para paliar la baja de Dembelé y salvo que juegue de partida Gonçalo Ramos, juegan sin delantero centro, no tienen referencia clara arriba; los tres puntas aportan una notable cantidad de goles y asistencias (Dembelé: 33G+15A; Doué: 15G+16A; Kvaratskhelia: 12G+9A en apenas media temporada, desde que llegó del Nápoli): pero, además, dificultan mucho la vida de la defensa y, sobre todo, los centrales contrarios al no tener un “objetivo” claro a quien marcar.
– Achraf Hakimi: aunque ha mejorado notabilísimamente sus prestaciones defensivas desde sus tiempos en el Dortmund y en el Inter, sigue siendo mucho mejor atacante que defensor. Tiende mucho, no sólo a irse hacia arriba, sino a hacerlo desplazándose al centro, lo cual deja a los rivales opciones de entrada por su banda (¿Opción para la titularidad de Samu Lino?
– No es un equipo especialmente poderoso en el juego de cabeza. En fase ofensiva y como muestra, un dato: apenas 2 de los 38 goles marcados en la Champions de este año (un 5,26 %) han sido de cabeza. Y, en fase defensiva, tampoco es el juego aéreo su mayor virtud (¿Oportunidad para Sorloth?)
– Juego de control, balones al pie, presión muy adelantada empezando por los delanteros que ocupen territorialmente los flancos, son otras de sus señas de identidad claves… sin descartar, ni muchísimo menos (y la final de la Champions ante el Inter fue un gran ejemplo) las rápidas transiciones defensa-ataque tras robo de balón, aprovechando la calidad de su mediocampo y la velocidad de sus puntas.
– Además, matiz no menos importante para la confección de los onces de Luis Enrique será el hecho de que muchos de sus jugadores (Nuno Mendes, Joao Neves, Vitinha, Fabián, Doué, Dembelé…) vienen de disputar la semana pasada la fase final de la UEFA Nations League y habrá que ver, tras una temporada muy cargada, cómo los ve el asturiano y qué reparto de esfuerzos plantea un hombre bastante dado a las rotaciones, aunque sean de dos o tres jugadores.
En resumen, un equipo poderosísimo, tanto en jugadores como en variantes de juego que va a complicar mucho el debut del Atlético en este Mundial de Clubes de la FIFA.