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·27 de octubre de 2025
¿Qué jugadores de fútbol 11 se formaron en el fútbol sala?

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·27 de octubre de 2025

El fútbol sala, con su ritmo vertiginoso y espacios reducidos, ha sido la cuna de grandes talentos. Su exigencia técnica y su capacidad para desarrollar el regate, la aceleración y el control del balón lo convierten en una herramienta clave para la formación de futuros cracks. No es casualidad que muchas de las estrellas más grandes del planeta fútbol hayan dado sus primeros toques en este deporte.
Así pues, a continuación os mostraremos cinco futbolistas de talla mundial que le deben mucho al fútbol sala. De esta forma, se reivindica la enorme importancia que tiene este deporte, muchas veces renegado al olvido o, simplemente, opacado.
En los barrios más humildes de Brasil, el sonido del balón rebotando contra las paredes es casi tan común como la música. Allí, entre calles polvorientas y canchas improvisadas, un joven llamado Robinho comenzó a desafiar la lógica del juego. Quienes lo veían jugar al fútbol sala lo describían como un talento “imposible de olvidar” y “capaz de desafiar las leyes de la física”. Aquellas pequeñas canchas fueron su primer escenario antes de convertirse en una figura mundial del fútbol profesional.

Robinho durante su etapa en el Real Madrid | Fuente: UEFA
El legendario Luis Figo, Balón de Oro y símbolo del fútbol portugués, confesó que su paso por el fútbol sala marcó su desarrollo profesional en una entrevista previa a UEFA Futsal Euro 2018 en Eslovenia:
“Jugué al fútbol sala en mi juventud y fue una gran experiencia. Me ayudó a desarrollar nuevas habilidades para acercarme al fútbol profesional”
Figo incluso intentó llevar este deporte al siguiente nivel promoviendo el fútbol sala en la India, buscando conectar con el inmenso mercado asiático. Aunque el proyecto no prosperó, su mensaje sigue vigente, pues aboga por el enorme espectáculo que brinda el futsal, la cantidad de goles y todo el talento escondido que hay entre sus jugadores.

Fuente: UEFA
Otro nombre que aparece en esta lista de genios es Andrés Iniesta, uno de los cerebros más brillantes del fútbol moderno. El manchego también dio sus primeros pasos en el fútbol sala, el único deporte disponible en su pueblo natal.
De hecho, ha llegado a admitir que tanto el fútbol como el futsal tienen muchas cosas en común, destacando la esencia de dominar el balón. Para Iniesta, este deporte no solo enseña técnica, sino también lectura de juego, visión y toma de decisiones, pilares de su estilo inconfundible.
En Rosario, Argentina, un niño llamado Lionel Messi también perfeccionó su magia en el fútbol sala. Antes de brillar en el FC Barcelona, el joven Messi jugaba en las categorías infantiles de Newell’s Old Boys, donde el toque rápido y el control en espacios mínimos eran parte de su rutina diaria.
“De pequeño jugaba al fútbol sala en mi club y en la calle. Era divertidísimo y me ayudó mucho a convertirme en quien soy hoy”, recordó el astro argentino en unas declaraciones para la FIFA.
El Messi del fútbol sala quizás nunca existió profesionalmente, pero su esencia proviene de esos días donde la pelota parecía estar pegada a sus pies.

Leo Messi durante un partido de la Champions contra el Sttugart | Fuente: UEFA
El eterno rival de Messi, Cristiano Ronaldo, comparte un origen similar. En su infancia en Madeira, Portugal, el fútbol sala fue su campo de entrenamiento natural. El astro portugués llegó a admitir que esas áreas tan pequeñas del fútbol sala le ayudaron a mejorar muchísimo su control.
En otras palabras, si por aquellos años el bueno de Cristiano Ronaldo no hubiera pasado los días en esas canchas de 40×20, no se hubiera convertido en la leyenda que es hoy en día. Sus experiencias resumen el espíritu del deporte: velocidad, técnica y creatividad en espacios mínimos, elementos que luego trasladó a su estilo explosivo en el fútbol profesional.

Cristiano Ronaldo levanto la Eurocopa del 2016 | Fuente: UEFA
El fútbol sala no solo es un deporte divertido y dinámico, sino también una herramienta esencial para formar a las nuevas generaciones de futbolistas. Su práctica estimula el control, la precisión y la inteligencia táctica. Quizá por eso, cada vez más academias en todo el mundo integran este formato en sus entrenamientos.
Puede que las grandes estrellas del fútbol mundial brillen hoy en estadios de 80 mil personas, pero muchas aprendieron a soñar entre las líneas de una cancha de fútbol sala. Este deporte, rápido y lleno de talento, sigue siendo la cuna de los futuros ídolos. Y mientras el mundo se maravilla con los goles de Messi, las bicicletas de Cristiano o la magia de Iniesta, el secreto de su talento está claro: todo comenzó en una cancha pequeña, donde el balón nunca se detiene.









































