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leocabrera·27 de abril de 2020
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leocabrera·27 de abril de 2020
El deseo de Rafinha es continuar en el Celta. Para ello, el equipo deberá asegurarse la permanencia. Esa es la condición fundamental para negociar su traspaso con el Barcelona. Si la competencia se declara terminada luego de la primera vuelta —esa es una de las opciones que manejan LaLiga y la RFEF—, el Celta cumpliría el objetivo. Actualmente se encuentra en 17º lugar con 15 puntos.
Cumplida la permanencia, la situación financiera del Celta es lo suficientemente sólida como para proceder a la negociación por Rafinha. El valor de mercado del jugador oscilaba entre los 15 y 17 millones de euros antes de la emergencia sanitaria. Es previsible que esa cotización disminuya.
El retraimiento del mercado de verano, anunciado como uno de los más pobres de los últimos tiempos, provocará una caída en el valor de los jugadores. Y si bien en medio de una crisis al Barcelona le sería útil recuperar a sus jugadores cedidos a préstamo, también es cierto que necesitará captar liquidez de donde pueda.
Tal como señala «El Faro de Vigo» el deseo de Rafinha es quedarse en el Celta, donde vive junto a su madre y sus hermanos. Su continuidad y protagonismo en el campo es uno de los motivos para quedarse, pues forma parte de la columna del equipo, formada por Murillo y Araújo en defensa, además de Iago Aspas en fase ofensiva.