Un 10 Puro
·25 de diciembre de 2025
Rally Dakar 2026: la legión española a tomar Arabia con Sainz, Gutiérrez y una pléyade de aspirantes

In partnership with
Yahoo sportsUn 10 Puro
·25 de diciembre de 2025

Cuando en enero se dé la salida a una nueva edición del Rally Dakar, la bandera española volverá a tener un peso específico en la carrera más extrema del automovilismo. No es una cuestión de cantidad, sino de calidad y de opciones reales. España llega al Dakar 2026 con pilotos capaces de ganar etapas, pelear por el podio y, en el mejor de los escenarios, discutir la victoria absoluta en coches.
Hablar del Dakar y de España es hablar inevitablemente de Carlos Sainz. El madrileño afronta el Dakar 2026 en un momento muy especial de su carrera, con más de seis décadas de vida y una motivación intacta. Cuatro veces ganador del Dakar, Sainz sigue siendo un referente absoluto dentro y fuera del vivac.
Al volante del Ford Raptor T1+, el objetivo es claro: luchar por todo. No hay concesiones ni discursos vacíos. Sainz sabe que cada edición puede ser la última oportunidad de ampliar un palmarés que ya es histórico, pero también es consciente de que el Dakar moderno exige algo más que velocidad pura. Navegación, fiabilidad y gestión del riesgo serán claves en una carrera donde cualquier error se paga caro.
Sus opciones reales pasan por llegar vivo a la segunda semana, cuando el Dakar suele decidirse entre los que han sabido conservar mecánica y cabeza. Si el coche responde y la carrera no castiga en exceso, Sainz tiene capacidad para pelear de tú a tú con los grandes favoritos.

Ford Raptor Dakar
La gran esperanza española del presente y del futuro se llama Cristina Gutiérrez. La piloto burgalesa se ha ganado a pulso el respeto del paddock internacional y llega al Dakar 2026 con un discurso claro: ya no basta con terminar, ahora toca competir de verdad.
Integrada en el proyecto de Dacia, Cristina afronta la prueba con un coche competitivo y una experiencia acumulada que la sitúa un escalón por encima respecto a ediciones anteriores. Su regularidad, su capacidad de adaptación al terreno y su madurez deportiva la convierten en una candidata real a pelear por posiciones de privilegio.
El podio no es una quimera si la carrera se desarrolla con normalidad. Cristina ha demostrado saber sufrir, esperar su momento y atacar cuando otros caen. En un Dakar largo y exigente, ese perfil suele dar resultados.
Otro nombre propio es el de Nani Roma, uno de los grandes veteranos del Dakar y uno de los pilotos más respetados del vivac. Ganador del Dakar en motos y coches, Roma aporta experiencia, conocimiento del terreno y una capacidad única para leer la carrera.
En el seno del equipo Ford, Roma parte sin la presión mediática de otros años, pero con la ambición intacta. Su Dakar pasa por la constancia y por aprovechar los errores ajenos. Si la carrera se rompe, como suele ocurrir, su nombre aparece siempre en las quinielas del top cinco y del podio.

Ebro Dakar
La representación española no se limita a los aspirantes directos a la victoria. El Dakar 2026 contará también con perfiles que aportan diversidad, superación y visibilidad. Jesús Calleja volverá a enfrentarse al desierto con el objetivo de completar una de las pruebas más duras del mundo, demostrando que el Dakar no es solo para profesionales, sino también para aventureros preparados y valientes.
Al volante de un Santana, otra marca histórica ligada al imaginario off-road español, en el Dakar mantiene un componente claramente aventurero, aunque respaldado por preparación, experiencia acumulada y un profundo respeto por la prueba. Calleja no busca protagonismo deportivo, sino completar el rally y hacerlo con solvencia, algo que en el Dakar equivale a una auténtica victoria personal.
Especial mención merece Laia Sanz, referente absoluto del deporte femenino y ejemplo de constancia. Tras una carrera legendaria sobre dos ruedas, Laia sigue creciendo en coches, sumando kilómetros, experiencia y resultados en una categoría cada vez más competitiva.
Laia Sanz será una de las grandes embajadoras del regreso de Ebro a la alta competición. La piloto catalana continúa su proceso de crecimiento en coches ligada a la marca española, aportando experiencia, rigor competitivo y una enorme capacidad de desarrollo en un entorno tan exigente como el Dakar. Su papel va más allá del resultado inmediato: Laia es clave para validar el proyecto, consolidar fiabilidad y demostrar que Ebro puede tener recorrido en el rally-raid internacional.
Y, por supuesto, Isidre Esteve, símbolo de superación y perseverancia, que continúa desafiando al Dakar año tras año, recordando que esta carrera va mucho más allá de la clasificación final. Su proyecto está respaldado por Toyota y Repsol y competirá con biocombustibles.

Santana Dakar Calleja
El Dakar no entiende de favoritismos ni de currículos. Las posibilidades reales de los españoles pasan por asumir una verdad incuestionable: ganar el Dakar exige velocidad, pero sobre todo cabeza fría. Sainz, Cristina Gutiérrez y Nani Roma tienen argumentos deportivos para luchar por el podio, pero el desierto siempre tiene la última palabra.
Para el resto de la armada española, el reto es mayúsculo: terminar, competir con dignidad y, en muchos casos, vencer al propio Dakar. Cada meta alcanzada es una victoria personal en una prueba que sigue siendo la más dura del mundo.
España no solo corre el Dakar, lo interpreta. Con campeones consagrados, talentos consolidados y aventureros incansables, el Dakar 2026 volverá a ser un escaparate del carácter español en el motor: ambición, resistencia y pasión por el desafío extremo.
Porque en el Dakar, más que ganar, lo verdaderamente importante es estar. Y España, una vez más, estará en primera línea.

El Toyota Repsol de Isidre Esteve









































