Ramos al rescate: Rayados empata al Inter en un partidazo | OneFootball

En uno de los encuentros más intensos de la fase de grupos del Mundial de Clubes 2025, Monterrey e Inter de Milán igualaron 1-1 en el mítico Rose Bowl, dejando una postal de lucha, tensión y calidad en ambos lados del campo. El equipo mexicano se plantó con personalidad ante el subcampeón de Europa y dejó claro que vino a competir al más alto nivel.

El partido arrancó con ritmo parejo, pero fueron los Rayados quienes rompieron el cero con un cabezazo imponente de Sergio Ramos a los 24 minutos, tras un tiro de esquina perfectamente ejecutado. El central español, debutante en la competición con Monterrey, fue el líder absoluto del fondo y coronó su actuación siendo elegido MVP del partido.

El Inter no tardó en reaccionar y logró la igualdad antes del descanso gracias a una jugada de pizarrón que culminó Lautaro Martínez con clase a balón parado. A partir de allí, el duelo se transformó en una guerra táctica. Los italianos tomaron la posesión, mientras los de Torrent aguantaron con orden, intensidad y una línea defensiva sólida.

El cierre fue de infarto. Nelson Deossa tuvo el triunfo en sus pies en el minuto 93, tras quedar mano a mano, pero su definición fue deficiente. El propio jugador reclamó penal por contacto previo, pero el árbitro no lo consideró suficiente. Minutos antes, Lautaro también desperdició una oportunidad clarísima para los nerazzurri.

El marcador no se movió más, pero el espectáculo no decepcionó. Hubo momentos de vértigo, pausas obligadas por el calor y un ambiente de alto voltaje gracias a la nutrida presencia de la afición regiomontana, que convirtió al Rose Bowl en territorio rayado.

El empate deja sensaciones encontradas. Para el Inter, el punto sabe a poco, aunque mantiene margen en el grupo. Para Monterrey, el resultado tiene sabor a hazaña. Torrent puede marcharse satisfecho con lo mostrado por su equipo, que resistió, compitió y tuvo argumentos para ganar.

Sergio Ramos y Rayados demostraron  estar a la altura del reto mundialista y manda un mensaje claro: no será un rival fácil para nadie. El Mundial de Clubes apenas comienza, pero Monterrey ya dejó su huella.