Revista MadridistaReal
·4 de marzo de 2025
Real Madrid 2-1 Atlético de Madrid | El Rey de Europa abre brecha

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El Real Madrid golpeó primero en el Santiago Bernabéu, pero debe abrochar el pase a cuartos de final el miércoles que viene en el feudo colchonero. No hay nada hecho. Los blancos irán con ventaja al compromiso definitivo gracias a las dianas catedráticas de Rodrygo y Brahim. Y es que, el internacional con Marruecos se puso el mono de trabajo en la segunda parte para neutralizar el tanto, también mágico, de Julián Álvarez.
Entre tanta algarabía, un plato estrella. Todo un Euroderbi en mitad del calendario infernal que apremia a sendas entidades. Pura pirotecnia en un Santiago Bernabéu vestido totalmente de chaqué. Mejor menú, imposible. Así las cosas, Carlo Ancelotti pudo poner en la palestra a su pieza más polivalente: el ‘halcón’ Fede Valverde. Llegaba entre algodones, pero por sus venas corre sangre uruguaya. Con eso… se entiende todo. Se resuelve la ecuación. Además, como auguraba el madridismo, ocupó el lateral derecho. En el resto del engranaje, ninguna alteración de guion. Las tres ojivas nucleares del Real Madrid -Vinicius, Mbappé y Rodrygo-, al frente del ataque. Y por detrás, Brahim en detrimento del sancionado Jude Bellingham.
El Real Madrid, nada más saltar al verde, operó sin ningún tipo de anestesia. La primera oportunidad que tuvo la tradujo en gol. Para ello, Valverde, con el brazalete de capitán, frotó la lámpara y filtró un pase al hueco ciclópeo directo a Rodrygo. El crack brasileño encendió la moto y puso el lazo a la jugada mediante un chut violento. Ahí, Oblak, quedó vendido. Poco pudo hacer ante tal obra de arte. Como el tanto madrugador se cocinó en el costado derecho, los hombres de Carletto siguieron percutiendo por el coto de Javi Galán, quien estaba teniendo una noche de rayos y truenos. De hecho, poco después derribó al propio Goes dentro del área, aunque el colegiado Clément Turpin declinó la pena máxima.
Al haber roto el precinto tan pronto, el Madrid se guardó en la mochila varios acercamientos. Sobre todo, por el carril zurdo del Cholo Simeone. Si bien es cierto que Vinicius, con el paso de los minutos, comenzó a afilar el cuchillo. De todos modos, el The Best no terminaba de arrancar la locomotora, por el hecho de que se topaba de forma asidua con Llorente y Giuliano. Dos jugadores con alma de cerrajero. Así que, con el paso de los minutos, el Atlético fue llenando el bidón de gasolina, toda vez que el conjunto de Chamartín había bajado revoluciones.
Y eso, en un derbi de tanta enjundia, se paga caro. Demasiado. Cuando el marcador lucía el 31′ de envite, Julián Álvarez decidió abonarse a las diabluras. Despachó a Camavinga y efectuó un disparo excelso entre los tres palos. Tras sacar las astillas de la madera, el balón besó las redes. Una igualada que vista la zozobra blanca podía barruntarse. Con un cuarto de hora de margen hasta el receso, los de casa intentaron sin éxito la réplica. Y solo probaron al guardameta rojiblanco por medio de Valverde, que rubricó un envío algo escorado.
Denis Doyle/Getty Images
El segundo periodo se presentó como el final del primero. Un copia y pega. El Atlético en modo protagonista, y el Madrid… timorato. Faltaba sal a borbotones. Con lo cual, el Santiago Bernabéu empezó a mosquearse. Incluso se palpó la música de viento en mitad de una posesión larguísima del elenco colchonero. Sin embargo, una vez concluido el rapapolvo de la parroquia de las 15 Copas de Europa, Brahim golpeó en la yugular. En las inmediaciones de la portería, dejó sentado a Giménez e introdujo el esférico al fondo de las mallas gracias a un lanzamiento perfecto.
Pese a todo, el encuentro volvió a caminar por los mismos derroteros, puesto que el Real Madrid mantenía una pasividad bastante venenosa para sus intereses. Bajo esa tesitura, Ancelotti agitó la atmósfera introduciendo a Modric a la hora de choque (se marchó a la caseta un Camavinga que apenas cuajó sobre el tapete). La presencia del croata cambió la cara del equipo, debido a que se ocupó de manejar los tiempos como él solo sabe. Con Luka, el paisaje se clarifica.
Aparte, el ’10’ madridista logró enchufar a varios de sus compañeros, en cambio, Kylian Mbappé no conseguía quitarse el corsé. Situación rara teniendo en cuenta la estirpe a la que pertenece. Hasta el momento, su protagonismo en ataque se reducía en acometidas muy superficiales. Muy imberbes. Como el Atlético de Madrid disponía de pulso a fin de contrarrestar, el técnico argentino metió piernas frescas. En cualquier caso, el resultado no mutó, con lo que el Metropolitano dictará sentencia en la semana venidera.
XI del Real Madrid: Courtois; Valverde (Lucas Vázquez, 82′), Asencio, Rüdiger, Mendy; Tchouaméni, Camavinga (Luka Modric, 61′), Brahim (Endrick, 88′); Rodrygo, Mbappé y Vinicius.
XI del Atlético de Madrid: Oblak; Llorente, Giménez, Lenglet, Javi Galán; Giuliano Simeone (Molina, 63′), Barrios (Correa, 74′), De Paul (Sorloth, 74′), Lino (Gallagher, 63′); Griezmann (Le Normand, 71′) y Julián Álvarez.
Goles: Rodrygo (3′), Julián Álvarez (31′) y Brahim (54′).
Tarjetas: Brahim (amarilla, 54′).