Offsider
·5 de octubre de 2025
Real Sociedad 0-1 Rayo: Espinazo en el corazón

In partnership with
Yahoo sportsOffsider
·5 de octubre de 2025
Como un Rayo. Sí, el equipo de Íñigo Pérez llevaba seis jornadas sin ganar, pero las sensaciones eran muy buenas. Sí, de cara a puerta eran preocupantes tantos fallos, pero los de Vallecas son el cuarto club del campeonato que más ocasiones genera. Solo faltaba puntería. O simplemente, que los detalles, esos que decantan la balanza a un lado u a otro, cayeran a favor del conjunto madrileño. Además, la incertidumbre era palpable porque todo el mundo se habrá hecho la pregunta esta semana: ¿Cómo le sentará al Rayo jugar la Conference League? Quizás es pronto para dar una respuesta, pero el argumento se deja hacer notar: la Franja seguirá siendo un grano en el culo para muchos ‘gigantes’ del fútbol español. Gigante entre comillas, porque la Real Sociedad ha mejorado en términos competitivos, pero sigue mostrando una imagen más de pelear por no descender que de aspirar a grandes metas.
Mikel Oyarzabal y Florian Lejeune, luchando por un balón. Foto: LA LIGA EA SPORTS
La resaca europea no afectó ni lo más mínimo a los de Íñigo Pérez. Intensidad física notable en el marcaje al hombre, en la presión alta y en la presión tras pérdida. Y tuvo mérito, porque el cuadro Txuri-Urdin estuvo soberbio en el bloque medio. Los giros de Brais Méndez y Carlos Soler hacían que el Rayo se implicara el doble en la repetición de esfuerzos.
Ahora bien, las igualdades se deciden en las áreas. Es ahí cuando Jorge de Frutos dio la luz de esperanza. La ocasión más clara del primer tiempo fue para el chico de la España Vaciada, que repetirá presencia con la Selección en los próximos días. Una pérdida grave de Jon Gorrotxategui casí fue el 0-1 para los chicos del barrio. Huelen la sangre cuando menos te lo esperas. Otro que la olía es Ander Barrenetxea. Sin dudas, es ahora mismo el factor diferencial de la Real Sociedad. Con un tono físico brillante y un aura de regateador, intentó buscar las cosquillas a la zaga rayista junto a Mikel Oyarzabal. Sin embargo, se estrellaron contra un muro llamado Pathé Ciss. El senegalés, hasta el momento de su lesión, fue el mejor defensor del partido.
Otro de los protagonistas fue Florian Lejeune, uno de los hombres más regulares de las cinco grandes ligas. Hoy le costó, pero siempre estuvo atento para corregir sus errores. Al principio del encuentro, cometió una infracción sobre el capitán local que se revisó por si era tarjeta roja, pero Pablo González Fuertes no vio indicios de ocasión manifiesta de gol. Las protestas de la Real Sociedad fueron silenciadas por el trabajo de un Rayo Vallecano que no dejó de creer en su plan.
Al inicio del segundo capítulo, donde los de Sergio Francisco subieron una marcha, los de Íñigo Pérez aguantaron el vendaval de forma sobresaliente. El mediocampo franjirrojo empezó a hundirse, hasta que Fran Pérez (entró al descanso) y Pedro Díaz dieron un aire de energía para el tramo final. Augusto Batalla se tuvo que esmerar en una acción de Oyarzabal, pero el escenario cambió. Aceptaron ambos técnicos que todo fuera un correcalles llenos de verticalidad. Pedro Díaz, en una acción de estrategia, provocó la respuesta de Álex Remiro a la anterior intervención del cancerbero argentino.
Cuando la Real Sociedad fue a por la victoria, es ahí donde se vieron sus rajaduras en sus costuras. Batalla cogió el balón, abrió a Ratiu, que evitó que el balón saliera por la línea de fondo, siguió y puso un balón épico para que el Pacha Espino, que entró al campo ocho minutos antes, golpeara en el electrónico. En esta evolución del choque, hay que valorar el papel de Unai López. El que fuera el primer goleador en Europa después de 25 años para el Rayo, realizó una actuación colosal. Minutos antes del gol, salvó un gol cantado de Oyarzabal con una carrera al repliegue de 30 metros que, sin dudas, fue la acción heroica del partido.
Los jugadores del Rayo celebran el gol del triunfo. Foto: Rayo Vallecano
Como de costumbre, la Real Sociedad no tuvo capacidad de remontar ante una Franja que no paró de ir al choque y de llevarse el partido a su terreno en los minutos del descuento. Tres puntos de oro que definen lo que es el Rayo Vallecano. Un aura competitiva que nació hace algo más de un año, en la penúltima pretemporada. Como desveló Íñigo Pérez en la previa de la Conference League, les dijo a los suyos: «Si CA Osasuna y RCD Mallorca son capaces de llegar a una final de Copa del Rey, ¿Por qué nosotros no?» No consiguieron esto, pero este grupo de amigos comprendió un mensaje de exigencia que les hace ser mejores sobre el césped.
Esto es lo que les ha llevado a ser un hueso duro en el calendario para muchos. Esto es lo que les ha llevado a estar en Europa a pesar de tener a un presidente que maltrata sus instalaciones, empleados y todo lo que rodea al barrio. Y, posiblemente, ese carácter de chacales, es lo que le falta a una Real Sociedad que está mejor que hace unas jornadas, pero que aún no es suficiente para tumbar grandes retos. Crisis en el norte al parón, mientras este triunfo supone para los de la capital estar fuera del descenso, lugar que ocupa la Real Sociedad; y respirar después de unos resultados que marcaron más que las sensaciones infravaloradas ofrecidas.