Mi Bundesliga
·1 de febrero de 2022
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·1 de febrero de 2022
Los mercados de fichajes pasan, los jugadores se traspasan, pero Roman Bürki se queda. El portero suizo parece estar más que conforme en el Borussia Dortmund y no parece tener intención de salir de su más que cómoda zona de confort.
Todo esto nos hace preguntarnos, ¿Cuáles son verdaderos motivos por los cuales un portero que tiene más de seis meses sin jugar decida quedarse en un club que ya no desea contar con él?
¿Es el orgullo, la ambición o el producto de una directiva que hace mucho parece haber perdido el rumbo? Lo analizamos.
Cuesta creer que, un arquero que no ha sido convocado a jugar ni en una ocasión en la presente temporada cobre más que el portero titular, Gregor Kobel. De hecho, Bürki se encuentra en el top 10 de los jugadores mejores pagados del Dortmund.
Si hablamos de cifras, Bürki estaría recibiendo alrededor de 5.8 millones de euros por año. Mientras que Kobel recibe aproxidamente unos 2.050.000.
Marwin Hitz, el sucesor de Bürki en la portería bajo el mando de Edin Terzic y actual suplente de Kobel, gana poco más de un millón.
Casi seis millones de euros por un arquero que no disputa un partido desde el 22 de mayo de 2021, en lo que fue la victoria del Borussia Dortmund 3:2 ante el Bayer 04 Leverkusen.
Honestamente, cuesta creer que la decisión de Bürki de quedarse en Dortmund pase por algo más que motivos netamente económicos. Después de todo, y a pesar de las críticas que le ha traído su decisión, no es un mal negocio para él.
Por sus manos han pasado propuestas de equipos como el Galatasaray, Qarabag FK de Azerbaiyán y recientemente del FC Lorient de la liga francesa. A pesar de ello, todas han sido rechazadas por el arquero, quien, aparentemente, se niega a ganar menos de lo que recibe en Dortmund.
Sin embargo, ¿Qué tanto beneficio le puede traer el mantener esta actitud? ¿Su ego y ambición le han nublado la cabeza? Porque, honestamente, nadie va a querer pagar de más por un jugador que actualmente pelea por ser el tercer portero de su equipo.
Otra teoría que se maneja es que Bürki desearía quedarse en Dortmund con la esperanza de volver a ser tomado en cuenta, después de todo, su contrato corre hasta 2023.
A pesar de ello, las probabilidades cada vez son más bajas y, tomando en cuenta que no ha sido considerado por Marco Rose ni una sola vez desde su llegada, todo parece indicar que las puertas para Bürki en el Dortmund están más que cerradas, el único que parece no darse cuenta ha sido él.
Podemos cuestionar las decisiones de Bürki todo el día, pero no tenemos que engañarnos, la mayor responsabilidad de toda esta novela la tiene la directiva del equipo.
Si bien no podemos decir que se hayan equivocado desde el inicio, pues el suizo en su momento demostró lo necesario para ser el sucesor de Roman Weidenfeller en el Dortmund, la anticipada decisión de renovarle en 2020 parece ser la causante de todo este caos.
Sumado a eso, la directiva no ha sido del todo clara respecto a la situación de Bürki, otorgando mensajes bastante triviales en relación al futuro del arquero suizo.
En una ocasión, el director deportivo del equipo, Michael Zorc dijo que lo de Bürki era “una situación especial” y que el mercado de invierno no era la ventana de transferencia del Dortmund.
Pero, si Bürki no sale del equipo este verano, la única situación especial que tendrá que manejar el Dortmund son las cuentas. Es imposible que se sigan permitiendo mantener a un jugador que no ve minutos en el campo.
Ningún equipo, por más dinero que tenga, puede permitirse una situación como a la que se enfrenta el Dortmund. Mucho menos un club que necesita hacer tantas renovaciones en el área de la defensa y que requiero dinero para ello.
Al final del día, todo se trata de algo fundamental pero que pocos parecen entender en el fútbol: amor propio. Si Bürki realmente valorara al Dortmund y a su carrera, aceptaría con humildad su partida. Y, si la directiva del BVB realmente quisiera que su club saliera adelante, tomarían mejores decisiones en pro de ello.
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