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·5 de junio de 2024
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Lo que comenzó como un interinato para Sabrina Wittmann se ha convertido en una historia para largo. La joven entrenadora de 32 años ha recibido un contrato de Ingolstadt en la 3.Liga y se convierte, así, en la primera entrenadora principal de un equipo profesional masculino en la historia del fútbol alemán.
En un país como Alemania donde se lleva mucho tiempo apostando por la inclusividad en el fútbol y que fue uno de los pioneros en apostar fuertemente por el fútbol femenino, se sientan más precedentes con el anuncio de Sabrina Wittmann. Como jugadora estuvo en la cantera y el primer equipo del Ingolstadt, su ciudad natal, pero rápidamente le puso fin para dedicarse a los banquillos. Ahí, pasó por todas las categorías inferiores masculinas de los Schanzer, compaginándolo en varias temporadas con otro cargo en el Amicita Munich, equipo regional feminino.
La gran oportunidad para Wittmann llegó el pasado mes de mayo con la destitución de Michael Köllner. La directiva confió en ella para dirigir al primer equipo masculino del Ingolstadt en los últimos cuatro partidos de la temporada. No perdió ninguno de ellos, con dos victorias y dos empates para finalizar la temporada en 10º puesto en la 3.Liga (Tercera División), y consiguió ganar la Landespokal Bayern, copa regional que da acceso a disputar la DFB Pokal la próxima temporada.
En Ingolstadt quedaron más que satisfechos por su labor como interina y han firmado un contrato para la próxima temporada. De esta forma, se convierte en la primera mujer que firma un contrato como entrenadora principal con un equipo profesional alemán.
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El caso de Sabrina Wittmann no es ni mucho menos aislado en el fútbol alemán. En esta misma campaña también surgió la historia de Marie-Louise Eta, la primera mujer que se sentó en un banquillo de Bundesliga con Union Berlin. La sanción de Nenad Bjelica hizo que Eta se convirtiera en la principal ayudante del técnico interino, Marco Grote, durante tres partidos. Ahora Wittmann da un paso más allá en el club donde ha pasado gran parte de su vida.
«Cuando me hice cargo del primer equipo en mayo, tenía esperanzas de que no fuera sólo una corta aventura. Estoy increíblemente orgullosa y agradecida de que este camino que empezamos vaya a continuar».
El objetivo del Ingolstadt, equipo que llegó a militar en Bundesliga entre 2015 y 2017, es pelear el ascenso a la 2.Bundesliga la próxima temporada para soñar con regresar algún día a la máxima categoría. Veremos si con Wittmann llega la estabilidad que desde hace años viene necesitando este equipo bávaro.
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