Anfield Index
·21 de noviembre de 2025
Sadio Mané elogia a su excompañero del Liverpool por ser “excepcional”

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·21 de noviembre de 2025

Sadio Mané ha revisitado los años que dieron forma al frente de ataque moderno más celebrado del Liverpool, ofreciendo una mirada a los ritmos, las relaciones y los instintos en el campo que impulsaron el ascenso del club. Su reciente conversación en Rio Ferdinand Presents corrió el telón sobre la dinámica del vestuario que ayudó a definir esa era, revelando cómo una sociedad en particular tenía una conexión más profunda y natural de lo que muchos suponían.
Para los aficionados, la combinación de Mané y Mo Salah a menudo se sentía como el corazón del ataque del Liverpool. Sin embargo, Mané explicó que su vínculo, aunque productivo, creció a través del profesionalismo más que del instinto. El punto álgido en Burnley en 2019 aún resuena en su mente, un momento que agudizó su comprensión mutua. Como recordó Mané, estaba “realmente, realmente enfadado” porque sentía que Salah “debía pasarme el balón”, solo para que el egipcio aclarara después que “no te vi para pasarte”.
Esas palabras importaron. En lugar de causar división, forjaron claridad entre dos delanteros que cargaban con el peso de la expectativa durante un periodo en el que el Liverpool cazaba trofeos a cada paso. Sus goles dieron forma a carreras por el título y grandes noches europeas, pero Mané subrayó que se construyó sobre el respeto más que sobre una sincronía natural.
Donde sí floreció el instinto fue en la banda opuesta. Mané describió a Andy Robertson como “mi mejor sociedad en toda mi carrera”, una afirmación que capta tanto su química futbolística como su vínculo como compañeros. Sus solapes, patrones de presión y responsabilidad compartida se convirtieron en un rasgo definitorio del juego del Liverpool, y sus nueve goles y asistencias combinados apenas arañan la superficie de lo bien que funcionaban.
Mané recordó decirle a Robertson: “Cuando tenga el balón, si jugamos contra un extremo que realmente sea duro para él, al día siguiente en el entrenamiento, diríamos: ‘Oye, ayúdame, yo te ayudo’. Es lo que él dijo.” Continuó: “Le dije: ‘No te preocupes, yo estaré aquí. Estaré aquí para ti. No te preocupes. Lo atraparemos, lo meteremos en el bolsillo.’”
Esos intercambios pusieron de relieve una confianza que comenzó casi inmediatamente después de la llegada del capitán de Escocia. La intensidad, la persistencia y el carácter de Robertson lo convirtieron en algo más que un lateral volando por la banda; se convirtió en uno de los aliados más cercanos de Mané en el campo.
Este artículo fue traducido al español por inteligencia artificial. Puedes leer la versión original en 🏴 en este enlace.
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