Sigamos sin poder entenderlo | OneFootball

Buenos días, galernautas. Estamos ya en la jornada previa al partido que enfrentará al equipo de las millonadas en fichajes, el del entrenador mejor pagado del mundo, contra nuestro Real Madrid. Ya saben ustedes, el equipo que nunca se rinde, aunque lo hiciera en Lisboa, Milán o su propio estadio sin ir más lejos, tandas de penaltis mediante en los dos últimos casos, el que nunca deja de creer hasta que un canterano madridista estrella un balón en un palo, ese club que despierta un sentimiento que, afortunadamente, nunca podremos entender, se enfrenta contra el equipo de las remontadas épicas, de la fe ciega e irracional en los milagros que, no por habituales, dejan de resultar extraordinarios. Juega el equipo del técnico expulsado por intentos de agresión en, al menos, dos ocasiones, contra el de Xabi Alonso, cuya media sonrisa socarrona desarma al más pintado, mezclando educación exquisita con la certeza de saber que lo que le acaban de preguntar en rueda de prensa es una simpleza tan inane como malintencionada.

No dejan de ser el ying y el yang. El uno, un histrión perennemente de negro, como un enterrador con complejo de cheerleader, y unas formas idénticas a las que lucía cuando era jugador, cuyo punto más alto fue abrirle un boquete en el muslo a un compañero de profesión.

El otro, más relajado y clásico en el vestir, con un porte y maneras muchísimo más señoriales y, atención, sin antecedentes conocidos de altercados con la grada o plantilla rival. Hablando de gradas, esperemos que ningún sector de esa afición que se dice la mejor del mundo, esa misma que nos dice que no lo podemos entender, respete los límites establecidos en la ley, aunque sea solamente en esta ocasión, y no haya que volver a lamentar la comisión de delitos por su parte, aun a pesar de que serán justificados y aguados por los de siempre. Qué pereza, estimados galernautas.

Pasemos a ver las portadas del día porque sois insaciables. Marca y As dedican sus cabeceras a notabilísimas figuras de otros deportes ante la imposibilidad de decir nada malo del Reql Madrid, si bien esto  último nunca fue óbice, cortapisa ni valladar para ejercitar la creatividad e inventarse cualquier cosa y llevarla a su frontispicio. El único requisito era que, oh, casualidad, coincidiera con su línea editorial. Márquez, en todo caso, se parece muchísimo en esa foto al actor Steve Coogan en la película 24 Hour party People. Le deseamos toda la suerte del mundo (a Márquez, aunque también a Coogan).

En las portadas cataculés se glosa la remontada de anoche del equipo que pagó durante 17 años, por lo menos, una cantidad de, como poco, 7,8 millones de euros al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Lamentamos no poder unirnos a su regocijo.

Pasad un excelente día y, por favor, seguíd sin poder entenderlo.