Traicionado, Joan Laporta da la orden, ni 30 ni 20, se va al Manchester United | OneFootball

El Barça apostó fuerte este verano por Marcus Rashford. Un delantero joven, con nombre y proyección. La idea era sumar gol y dinamismo a la delantera, pero hasta ahora, el rendimiento ha dejado dudas.

El inglés tiene talento, pero falla cuando más se le necesita, no solo por los goles. Lo que preocupa es su capacidad para aparecer en momentos difíciles. Rashford acompaña cuando todo va bien, pero desaparece cuando el equipo necesita reacción.

El Camp Nou exige grandes jugadores que respondan bajo presión. Allí, no basta con ser talentoso y Rashford, por mucho que impresione en algunos tramos, no cumple esa función.

La situación de Rashford | Getty Images

La prueba del clásico

Su actuación en el Santiago Bernabéu volvió a evidenciar estas carencias. Desaparecido durante largos tramos, sin desborde ni determinación. No logró generar peligro ni cambiar el rumbo del partido.

En momentos clave, el equipo necesita liderazgo y coraje, Rashford no los ofreció. La sensación general fue que el delantero estaba más como acompañante que como protagonista. Para un club como el Barça, esto no es aceptable.

Laporta toma la decisión

La paciencia de la directiva se agotó. Joan Laporta ha dado la orden: ni 30 ni 20, Rashford se va al Manchester United. La salida no es solo por su bajo rendimiento, sino también para mantener el equilibrio del vestuario y los objetivos de la temporada.

Laporta actúa con pragmatismo. Un jugador que no rinde puede afectar al grupo y a la presión mediática, por eso, la decisión se ha tomado rápido y sin contemplaciones. El Barça debe seguir adelante y buscar un perfil que realmente marque la diferencia.

Un cambio necesario para el Barça

La marcha de Rashford libera recursos y espacio en la plantilla. El club necesita un delantero que combine gol, liderazgo y determinación. Que aparezca en los partidos difíciles y que inspire al equipo cuando las cosas se complican.

La salida del inglés puede ser positiva también para él. Manchester United es un entorno más acorde a su estilo. Allí tendrá otra oportunidad de brillar sin la presión del Camp Nou.

Para el Barça, esta decisión refleja claridad de objetivos. No se trata solo de rendimiento, sino de mentalidad. El equipo necesita jugadores que respondan en cualquier circunstancia, no solo cuando todo funciona.

La temporada aún es larga, pero este movimiento marca un punto de inflexión. Rashford se va, y el Barça empieza a redefinir su ataque. Joan Laporta ha dejado claro que aquí nadie está por nombre, sino por lo que aporta y esa exigencia es lo que diferencia a los grandes equipos.