Tras un partido muy disputado, el Lille ganó 0-1 a la AS Roma en la segunda jornada de la Europa League | OneFootball

Tras un partido muy disputado, el Lille ganó 0-1 a la AS Roma este jueves, en la segunda jornada de la Europa League.

Les Dogues tuvieron un comienzo perfecto gracias a una eficaz presión por la banda derecha. Tras una agresiva carrera de Meunier contra Tsimikas, Félix Correia interceptó y asistió a Haraldsson, quien disparó con precisión bajo el larguero de Svilar (0-1, minuto 6). Impulsados ​​por esta rápida oportunidad, los hombres de Bruno Genesio impusieron un ritmo constante, realizando múltiples carreras y aprovechando cada transición. Sahraoui incluso estuvo a punto de abrir el marcador con un disparo cruzado que se marchó rozando el poste.

La Roma, presionada pero sin resignarse, respondió con Pellegrini y Ferguson. El capitán giallorosso probó suerte varias veces, sin éxito, mientras que el delantero irlandés vio cómo Meunier bloqueaba un remate acrobático. El peligro se intensificó, especialmente con una jugada confusa: Özer realizó dos paradas a bocajarro antes de que Mandi saliera de su línea. A pesar de este susto, el LOSC mantuvo su ventaja gracias a una impecable disciplina defensiva y un bloque compacto, liderado por un Bouaddi omnipresente en el centro del campo.

Tras el descanso, el Lille creó inicialmente las mejores ocasiones, con un mano a mano de Giroud desviado por Svilar, seguido de una transición mal ejecutada por Sahraoui. Gian Piero Gasperini dio entrada a Mancini y El Shaarawy para animar a su equipo, y el Wolf subió el tono: una serie de córners, cabezazos de Ferguson y Cristante, centros repetidos, con Meunier y Mbemba dominando el área. Un partido difícil, dos equipos con un ataque feroz… pero a menudo faltos de claridad en sus jugadas finales.

El punto de inflexión llegó en el último cuarto de hora con una secuencia increíble: la mano de Mandi fue sancionada por el VAR y… Özer detuvo tres penaltis consecutivos, primero contra Dovbyk, luego contra el ucraniano (penal anulado), antes de ganar contra Soulé. En este fuerte periodo romano, el Lille mantuvo el peligro al contragolpe con una gran ocasión de Fernández-Pardo y aguantó hasta el final gracias a una defensa heroica y a un portero en estado de gracia. Una victoria fundacional para el LOSC.