Fondo Segunda
·14 de diciembre de 2022
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·14 de diciembre de 2022
Se lo comentaba a mi querido Denis, hace tan sólo unos minutos. No sabía como definir la noticia que nos acababa de llegar. De golpear, en realidad. Porque sucesos como el que hoy se consuma debilitan a un deporte como el fútbol al que realmente amamos, como a veces decimos tendiendo a la exageración, “más que a nuestras propias familias”. Que un proyecto como lo ha sido -es y será, porque siempre permanecerá- LUGOSLAVIA diga adiós no deja de constituir una terrible noticia para aquellos que creemos en un deporte en el que todas las partes implicadas deben caminar de la mano y retroalimentarse. Sí, adiós gente. Y muchísimas gracias, porque el placer siempre ha debido ser y ha sido estar al otro lado recibiendo todo lo que nos habéis venido dando.
En una emotiva carta, LUGOSLAVIA ha querido repasar su trayectoria, sus vivencias, sus emociones y también sus motivos para decir ADIÓS. Y existen algunas aseveraciones realmente demoledoras con las que desde aquí, por desgracia, también nos familiarizamos, por haberlas tenido que enfrentar y seguir haciéndolo en la actualidad en términos mucho más globales. Por ser, como LUGOSLAVIA, un proyecto totalmente independiente y eminentemente humilde, sin excesivos recursos ni padrinos, que trata de hacerse un hueco a base de trabajo, pasión y corazón.
“El hacer todo de un modo completamente independiente, luchando muchas veces contra la inacción (y en algunos casos, boicot) del club al que amamos… erosiona a una velocidad mucho más rápida de la que somos capaces de asimilar”
Y es que efectivamente, cuando sientes que la labor que el proyecto desarrolla, la intención que persigue y las formas que utiliza no tan sólo son correctas, sino que nacen del amor hacia algo que sientes como tuyo -en este caso, el CD Lugo- recibir bofetadas constantes de la otra parte no deja de suponer una sucesión de golpes a la autoestima, al ánimo, al orgullo y al sentimiento de pertenencia. Y sí, evidentemente es una situación que desgasta de una forma parecida a la que las termitas utilizan para acabar con la madera. Devastadora.
Al final, proyectos como LUGOSLAVIA, como FONDO SEGUNDA o cualquier otro que pueda nacer de forma prácticamente altruista para construir un ecosistema enfocado únicamente a contribuir a mejorar el foco al que se dirige comienza careciendo de apoyo ni respaldo mayor que el que le ofrece la calidad humana de su núcleo personal. Proyectos como los nuestros se pueden agarrar a la esperanza de que el trabajo bien hecho sea percibido por los clubes, los jugadores, los trabajadores… del club o los clubes a los que, al final, no desean más que ayudar. Esto, además, sería lo lógico. Pero no siempre es así, la experiencia nos lo ha venido demostrando. En el caso de Fondo Segunda, una amplia mayoría de clubes, jugadores, empleados, departamentos de prensa… nos han tratado incluso por encima de nuestras expectativas. Otros, de un modo diametralmente opuesto. Y LUGOSLAVIA se encontraba con un único club objetivo que, según nos cuenta, no sólo le ha dado la espalda, sino que cuando han pasado por al lado han sacado el pie para hacerles caer.
Ha resistido LUGOSLAVIA. Mucho tiempo. Y lo ha hecho ofreciéndonos, a todos, un escenario idílico con contenido cuidado y de calidad; y no sólo si eras aficionado del CD Lugo. También si no lo eres. En este último caso, ha llevado a muchos, como nosotros, hacia la simpatía no sólo para con ellos sino también con su club, el CD Lugo. Y eso, desde luego, merecería como mínimo un cierto agradecimiento desde dentro de ese club. Pequeños gestos insignificantes hubieran sido suficientes, a buen seguro, para alimentar la ilusión de un proyecto concebido para ayudar a su club que ha terminado desencantándose un poco por la actitud de sus dirigentes. Una auténtica pena. Y, lo peor de todo: ellos se lo han perdido.
Así, nos anuncian que desde hoy, LUGOSLAVIA deja de existir como lo conocíamos. Pero que sus componentes seguirán al pie del cañón, de forma individual, imaginamos que también a veces mezclándose. Tendremos que estar atentos para no perder la pista a ese grupo de locos albivermellos que han formado parte de nuestras vidas de una forma u otra en los últimos años. Como ellos mismos aseguran, vendrán nuevas generaciones, nuevos proyectos, con otras ideas, o las mismas; con frescura y contenido en clave albivermella a los que nos tendremos que enganchar. Pero ello no supondrá, nunca, que olvidemos a esta “antigua Lugoslavia”. Siempre con nosotros. Y con vosotros seguiremos contando.