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·7 de mayo de 2025
Un Marciniak quirúrgico: las 5 decisiones polémicas que eliminaron al Barça de la Champions

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·7 de mayo de 2025
Los colegiados Szymon Marciniak (Polonia) y Dennis Higler (Países Bajos) tuvieron una actuación muy polémica en la semifinal de vuelta de la UEFA Champions League entre el Inter de Milán y el FC Barcelona (4-3).
En su mayoría, los errores arbitrales perjudicaron a un Barça que, a pesar de ello y de irse al descanso abajo por dos goles de desventaja, estuvo a solo dos minutos de clasificar a su primera final de Liga de Campeones en la última década.
A continuación, repasamos una a una las cinco acciones polémicas que inclinaron la balanza en contra del conjunto azulgrana en el Giuseppe Meazza. Bien lo dijo Hansi Flick en la rueda de prensa post partido: cada polémica siempre favoreció a los italianos.
La primera acción polémica del partido se produjo en el minuto 25. Tras una llegada clara del Barça por derecha, un disparo de Dani Olmo golpeó en la mano izquierda del central Francesco Acerbi, pero Marciniak consideró que el balón, si bien tocó en el brazo del zaguero, se produjo tras un rebote previo entre el césped y su torso. El VAR, en esta oportunidad, no llamó al polaco para revisar la jugada.
Después, al filo del descanso, el VAR sí intervino para sancionar un penalti de Pau Cubarsí sobre Lautaro Martínez. El '2' culé se barrió para evitar el disparo del delantero argentino y, si bien llegó antes a tocar el balón, Marciniak, que inicialmente le había dado la derecha al catalán, cambió de opinión tras revisar la jugada en el monitor, previo llamado desde la sala VOR.
Finalmente, Hakan Çalhanoglu se hizo cargo del cobro, engañando a Szczesny con un disparo cruzado. Así, el Inter se marchó al descanso con un 2-0 parcial.
El error más grave, sin duda, llegó en el minuto 68. Mkhitaryan derribó a Lamine Yamal dentro del área en una falta que provocó la amonestación del futbolista armenio. El principal no dudó en sancionar el penalti y amonestar al '22' del Inter. Sin embargo, el llamado del VAR hizo que el juez polaco revirtiera su decisión.
Y es que, tras el aviso del neerlandés Dennis Higler en la sala VOR, Marciniak fue a ver la acción en el monitor. El colegiado optó por señalar la falta al borde del área, considerando en primera instancia un toque previo sobre el pie de apoyo del extremo culé, si bien la entrada que propició la caída del '19' culé se produjo sobre la línea del área.
Al respecto, las reglas de la IFAB establecen que las líneas que delimitan las áreas (incluyendo el área chica y el punto penalti) forman parte de toda el área de gol. Es decir, al momento de sancionar un penalti, si una infracción ocurre sobre la línea del área grande, corresponde sancionar penalti.
En el 90+3', e Inter logró igualar el partido y la eliminatoria gracias a un gol de Acerbi. El central italiano aprovechó un centro de Denzel Dumfries desde la derecha, previo robo de balón del neerlandés a Gerard Martín.
Falta previa de Dumfries a Gerard Martín no señalada en el gol concedido al Inter, 3-3. #InterBarça–
El lateral del Barça reclamó una falta del carrilero interista, pero Marciniak consideró que la entrada fue limpia. Ciertamente, Martín se durmió en la salida, pero hubo un toque de Dumfries en la pierna izquierda del lateral culé que bien pudo considerarse falta.
Sin embargo, ni el juez de línea ni el VAR señalaron absolutamente nada. El Inter mandó el partido a la prórroga y, gracias a un gol de Davide Frattesi en el minuto 99, avanzó a la final de la Champions.
Lamine Yamal, recibiendo una falta de Federico Dimarco en el Inter-Barça (4-3)
Otro aspecto llamativo de la labor de Szymon Marciniak fue la cantidad de faltas pasadas por alto sobre Lamine Yamal. Solo cuatro minutos tardó Dimarco en cometer su primera infracción sobre el '19', quien en total recibió al menos una docena de patadas, jalones y empujones de los jugadores rivales.
Sin embargo, en 120 minutos, el juez principal solo sancionó 7 faltas sobre el de Mataró, 3 de ellas castigadas con amarilla (a Mkhitaryan, Carlos Augusto y Bastoni).
Finalmente, el Barça se marchó con las manos vacías del Giuseppe Meazza tras un partidazo en el que, además de merecer mejor suerte, tampoco contó con una actuación arbitral digna de una semifinal de Champions.