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·15 de diciembre de 2025
Un pequeño rayo de luz para el Valencia CF fuera de Mestalla

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·15 de diciembre de 2025

En los últimos años, parece haberse normalizado que el Valencia CF no compita en escenarios de renombre. Las pruebas hablan por sí solas: las duras goleadas contra FC Barcelona y Real Madrid reflejan un equipo al que le cuesta comparecer en estadios importantes.
A ello hay que sumarle la crítica situación lejos de Mestalla, donde el conjunto che solamente ha sumado 3 puntos de 24 posibles, y no ha conseguido ninguna victoria. No obstante, el pasado sábado en el Metropolitano, pese a la derrota, le compitió de tú a tú al Atlético de Madrid.
El cuadro de Carlos Corberán, que llegó a igualar el tanto inicial de Koke, tuvo su momento durante el partido. Se sintió relativamente cómodo en la faceta ofensiva, y pudo hacer daño a unos rojiblancos que, eso sí, noquearon a nivel mental al Valencia CF con el 2-1.

Foulquier defiende la posesión ante Giuliano (Florencia Tan Jun | Getty Images)
Si bien el Valencia CF todavía tiene que mejorar en ciertos aspectos, se notó una evolución respecto a choques anteriores como visitante. El conjunto valencianista tuvo mayor presencia en área contraria, y no le tembló el pulso cuando le tocaba replegar. En palabras de Carlos Corberán, el equipo dio «un paso de personalidad y atrevimiento enorme».
Por otra parte, los futbolistas que entraron desde el banquillo dieron oxígeno al equipo, y evitaron que se cayera por completo. Sin ir más lejos, el tanto del empate lo anota Lucas Beltrán, que comienza a encontrarse con su mejor versión. Otro de los jugadores que se reivindicó, pero en este caso partiendo en el once fue Filip Ugrinić. El suizo afrontaba su primera titularidad y cumplió con creces.
Como principales puntos negativos, las acciones a balón parado se le siguen atragantando. El 1-0 inicial viene precedido de un error en el marcaje individual que deja a Koke rematar a placer. A su vez, al equipo che le sigue faltando mantener la concentración durante un partido completo. En el gol de Griezmann bien es cierto que poco se puede hacer, pero prácticamente en la siguiente acción encaja otro que, a posteriori, sería anulado.









































