SocBlaugrana
·14 de diciembre de 2025
Un récord que explica al líder

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·14 de diciembre de 2025

El 2-0 ante Osasuna no fue solo una victoria más en el camino del Barça. Fue la confirmación de un récord histórico, una de esas cifras que no aparecen por casualidad y que terminan retratando el momento real de un equipo. Porque cuando los números se repiten durante décadas, dejan de ser estadística para convertirse en identidad. El Barça volvió a marcar. Y, aunque pueda parecer una obviedad, ya no lo es. Con los dos goles ante Osasuna, el equipo azulgrana alargó una racha goleadora histórica, una secuencia de partidos consecutivos viendo puerta que lo sitúa entre los registros más sólidos de su historia reciente. No es una anécdota ni un dato aislado: es una constante que explica por qué este Barça manda.
Marcar en un partido puede ser cuestión de inspiración. Marcar en muchos, de talento. Marcar siempre, durante una larga racha ininterrumpida, es una cuestión de estructura, convicción y hábito competitivo.
Eso es lo que refleja el récord que sigue ampliando el Barça: una capacidad sostenida para generar y convertir ocasiones, independientemente del rival, del escenario o del momento del encuentro. El gol ha dejado de ser un pico para convertirse en una línea continua.
Con los tantos de Raphinha el Barça aumenta su racha goleadora y llega a los 100 goles en liga en 2025. Foto: Barça
El encuentro ante Osasuna encajó perfectamente en esa lógica. Partido cerrado, defensa ordenada, minutos de espesura y sensación de que el gol podía tardar. Pero no desapareció la certeza interna de que llegaría.
Y llegó. No por acumulación desesperada, sino por persistencia organizada, por respeto al plan y por la confianza de un equipo que sabe que forma parte de una racha que no se rompe fácilmente.
Las rachas colectivas siempre necesitan ejecutores. Esta vez fue Raphinha, autor de los dos goles que mantuvieron vivo el récord. Más allá del doblete, su papel refleja bien el momento del equipo: insistencia sin ansiedad, liderazgo sin estridencias.
Raphinha no forzó el partido; lo acompañó hasta que se abrió. Y cuando lo hizo, no falló. Así se sostienen las grandes rachas: con jugadores que entienden el contexto antes que el brillo individual.
Antes del balón rodar, Lamine Yamal recibió el trofeo al Jugador del Mes. La imagen conecta directamente con el récord. Porque esta racha goleadora no es solo fruto de veteranos contrastados, sino también de una generación que ha normalizado atacar, atreverse y decidir. No obstante el doblete de Raphinha, Lamine Yamal fue elegido el MVP del partido.
Lamine recibe el premio al jugador del mes de noviembre en el Camp Nou
Hansi Flick no subraya los récords, pero los construye. Su discurso insiste en la paciencia, la confianza y la continuidad del plan incluso cuando el marcador no se mueve. Esa calma es clave para que una racha goleadora no se convierta en una carga psicológica. En este Barça, marcar no es una urgencia: es una consecuencia asumida.
La racha goleadora que sigue ampliando el Barça explica mucho más que una estadística. Explica una forma de competir, una mentalidad y una identidad reconocible. El equipo puede sufrir, atascarse o esperar, pero nunca deja de insistir.
Y mientras el Barça siga marcando partido tras partido, seguirá demostrando que el liderazgo no se sostiene solo desde la clasificación, sino desde algo mucho más profundo: la certeza de que el gol siempre acaba llegando.
Por otro lado, con la victoria y los goles de hoy, el Barça también amplia la racha hasta 7 victorias consecutivas en liga, confirmando así la buena dinámica del conjunto culé. Además, con el doblete de Raphinha, el equipo de Flick ha sumado 100 goles en el año natural en LaLiga en el año natural. Este hito es la 9ª vez que se consigue en la historia del club y la segunda sin Messi, la última vez fue en 2018 con 102 goles.
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