Una era que nace | OneFootball

Una era que nace | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: Offsider

Offsider

·9 de septiembre de 2024

Una era que nace

Imagen del artículo:Una era que nace

Una época gloriosa que termina y un futuro prometedor que comienza. El tenis se encuentra inmerso en un período de cambio. La victoria de Jannik Sinner en el US Open ha terminado por confirmar un nuevo paradigma. Los tiempos de gloria del Big Three llegan a su fin. Con Roger Federer retirado, Rafa Nadal muy cerca de ello y Novak Djokovic dando sus últimos coletazos, a día 9 de septiembre de 2024, es preciso decir que la etapa más esplendorosa que ha vivido este deporte, ya es, valga la redundancia, historia.

El presente curso tenístico ha arrojado un poco de luz para combatir a los más pesimistas con vistas el futuro más cercano. Jannik Sinner y Carlos Alcaraz son una bendición. Italiano y español se han repartido los cuatro Grand Slams esta temporada. El italiano se llevó el Open de Australia y el US Open, y el murciano campeonó en Roland Garros y Wimbledon. A ellos les pertenece forjar una nueva rivalidad que enganche a las multitudes.


OneFootball Videos


El tenis, como el resto de disciplinas deportivas, vive de rivalidades. La tuvieron Borg y McEnroe, Agassi y Sampras y por último, los tres fantásticos. Esas batallas, esas semifinales/finales épicas, son las que marcan la diferencia. Jannik y Carlitos poseen personalidades contrapuestas. Por un lado tenemos la frialdad y timidez del transalpino mientras que el español es todo lo contrario, puro nervio. Ambos, a su manera, transmiten una pasión y una voracidad digna de los grandes campeones. Es ahí, en ese choque de identidades, donde está el gancho para atraer al espectador.

Por primera vez desde 2019, dos tenistas se han distribuido a partes iguales los eventos más importantes del circuito. Djokovic (Open de Australia, Wimbledon) y Nadal (Roland Garros, US Open), salta la sorpresa, fueron los últimos. Con 23 años, Sinner suma 2 Mayors, Alcaraz con 21, ya tiene 4. Parece que ya no hay duda. Han llegado para quedarse.

Existirá añoranza por los viejos tiempos que no volverán. Soy consciente de ello. Pero lo que se preveía como un incómodo periodo de entreguerras, ha resultado ser una suave transición generacional. Las gracias hay que dárselas a un señor de San Cándido y a otro del Palmar. Una nueva era ha nacido.

Ver detalles de la publicación