Ojo de Halcón
·12 de noviembre de 2024
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Valencia Basket masacra a su rival y ya suma 7 victorias en las respectivas 7 jornadas de Eurocup. El partido, marcado por los respetuosos mensajes de afecto hacia las víctimas ocasionadas por la DANA, fue controlado por los de casa desde el inicio de este.
Valencia Basket y Cedevita Olimpija se medían en la jornada séptima de una Eurocup que, partido tras partido, parece ir pintándose de naranja. El dominio de los de Pedro Martínez puede percibirse a simple vista: llegaban a esta nueva fecha de Eurocup, como único equipo invicto en la competición, un verdadero dato a destacar y que no da más que a entender que los valencianos se encuentran lanzados a por la que sería, su quinta Eurocup.
Primer cuarto
Se lanzaba por primera vez en casi un mes el balón al aire en la Fonteta, siendo el conjunto visitante el que se hacía con la posesión del encuentro, errando el primer tiro de la tarde y, a su vez, cediendo el esférico a un Valencia Basket que buscaba, como en gran parte de los encuentros disputados, tanto con el control del balón como del mismo partido.
No sería otro que Ojeleye, el que encestaría entrados en el segundo minuto de juego, los dos primeros puntos de un encuentro que no iba a ser nada cómodo dada la presión que buscaba efectuar el conjunto esloveno, el cual entraría al encuentro, poco acertado de cara a canasta.
Por su lado, el conjunto local, no se vería en aprietos de cara a hacerse con el manejo del encuentro. Pese al control, el equipo de Pedro Martínez, padecería una de sus típicas desconexiones, dejando que el equipo de centro Europa recortase en un marcador que, habiéndose consumido el primer ecuador del primer cuarto, era ajustado cuanto menos, no despegándose ninguno de los dos equipos en el luminoso.
A falta de poco menos de 2 minutos para la consecución del primer cuarto, Olimpija parecía haberle cogido la matrícula a un Valencia Basket que, vuelto del parón a causa de la Dana, seguía siendo deficiente defensivamente, dejando que su rival y, concretamente Jaka Blazic, hiciesen polvo el perímetro defensivo de un Valencia que había ido de más a menos en un primer cuarto donde estaba siendo superado en ambas parcelas de la pista pese a la momentánea victoria.
Segundo cuarto
Con posesión para el conjunto valenciano iniciaba un segundo cuarto el cual se percibía como0 crucial de cara a saber por dónde iba a dirigirse un partido definido como igualado puesto que nadie tomaba el timón de él. Este segundo cuarto iniciaba tal y como su predecesor: un Valencia dominador que no conseguía dar con la tecla de cara a canasta ante un Olimpija que, siempre que permutaba hacia canasta, sacaba petróleo ante una defensa valencianista que no se encontraba realizando su mejor actuación.
Sumergidos del todo en el ecuador en los minutos finales de la primera mitad, el partido que estaba haciendo el conjunto valenciano cambió radicalmente: lejos de ser abusado por su rival (el cual estaba siendo un contendiente más que respetable), el conjunto dirigido por Pedro Martínez se encontraba firmando sus mejores minutos, con un ritmo muy dinámico orquestado desde la línea de 3, a la cual se le sacó brillo creando una plácida ventaja que, pese a ser recortada en últimos instantes por el conjunto visitante, sería de 7 puntos antes de empezar una segunda parte que prometía ser elegante y combativa dado el buen perfil mostrado por ambos conjuntos durante los primeros 20 minutos.
Tercer cuarto
Agrandando su ventaja hasta los 14 puntos empezaba Valencia Basket una segunda parte donde buscaría sellar la undécima victoria de la temporada entre ambas competiciones.
Tras los primeros 5 minutos de la segunda mitad, pudimos percatarnos que una verdadera carambola debía suceder de cara a que el conjunto taronja perdiese el encuentro: con un Olimpija Liubliana que pareció izar bandera blanca, no creando peligro en lo que a los primeros compases de segunda parte se refiere, el equipo local se divertía, mareaba a su rival y, por si fuera poco, encestaba, que tanta falta hacia en un partido que y en su primera parte, se había caracterizado por la poca claridad de cara a aro en ambos equipos.
Y con 28 puntos de diferencia y un 31-10 como parcial, terminaba Valencia Basket un tercer cuarto que solo se podía definir como magnífico. El control del juego fue autoritario y severo, con un juego a destacar por parte de los pivots (Reuvers y Puerto se encontraban siendo lo mejor de un encuentro donde la autoridad y autarquía de Valencia había llegado en la segunda mitad). El marcador, abultado cuanto menos, no dejaba de dar a entender varios conceptos: el conjunto valenciano es el rival a batir en la Eurocup, que sería complicado ganarle y que, por supuesto, es una competición que se le queda francamente pequeña.
Último cuarto
Dado por sentado que la victoria se quedaría por enésima vez en casa, Pedro Martínez volvería a sacar a pista a un Chris Jones que, poco a poco, entra en dinámica de equipo tras la fatídica lesión tenida a final de temporada. El equipo local, que superaría nuevamente la barrera de los 100 puntos en Eurocup, daría mínimo brazo a torcer a su rival el cual y tras el naufragio que supuso el tercer cuarto, solo le quedó intentar seguir el ritmo, como se pudiese de un Valencia Basket intratable y al que, a este nivel (sacaba 33 puntos a su rival a falta de un minuto), pocos podrían tutearle y menos en su casa, donde había construido un verdadero fortín a causa de nadie haber ganado todavía en terreno valenciano.
Y con el bocinazo que indicaba el final, 109-80 acabaría el encuentro batiendo un récord propio: materializando 109 puntos enviado un partido donde fue justo vencedor. ¿Dónde tiene el techo el equipo valenciano?