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·20 de diciembre de 2025

Valladolid: el récord de Biuk que jamás hubiera querido

Imagen del artículo:Valladolid: el récord de Biuk que jamás hubiera querido

El fútbol es un deporte de certezas mínimas y emociones máximas. Hay días en los que el balón entra sin pedir permiso y otros en los que, por más que se insista, parece empeñado en negar la sonrisa. En ese segundo territorio habita Stipe Biuk, del Valladolid, tras 19 jornadas de LaLiga Hypermotion. Un dato escalofriante lo acompaña como una sombra incómoda: 37 disparos, cero goles. Ni uno solo para cerrar el año.

No es una estadística cualquiera. Es un espejo cruel que refleja una realidad tan dura como frecuente en la categoría: la del atacante que lo intenta todo y no encuentra recompensa.


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El dato que nadie quiere liderar

Según los registros acumulados tras la jornada 19, de los que informa la cuenta SegundaStats en X, Stipe Biuk es el jugador que más tiros totales ha realizado sin lograr marcar en la presente temporada de LaLiga Hypermotion. Hasta 37 intentos sin premio. Un liderazgo involuntario en un ranking que ningún delantero desea encabezar.

Por detrás aparecen Juan Cruz, del CD Leganés, con 31 disparos —y todavía un partido pendiente por disputar—, y Guruzeta, de la SD Eibar, con 30. Tres nombres, tres contextos distintos, pero una misma sensación: la del gol esquivo, la de la portería cerrada a cal y canto.

Stipe Biuk y el peso de la camiseta

En el caso del atacante del Real Valladolid, el dato adquiere una dimensión mayor. Porque Biuk no es un jugador que pase desapercibido. Tiene desborde, personalidad y una capacidad evidente para generar situaciones de peligro. Llega, remata, aparece. Pero no marca.

Y en un club como el Valladolid, con aspiraciones declaradas y una exigencia constante por estar en la zona noble de la tabla, la falta de gol pesa como una losa. Cada disparo fallado no es solo una ocasión perdida, es una oportunidad que se escapa en una liga donde los márgenes son mínimos.

Contexto colectivo y responsabilidad compartida

Sería injusto señalar únicamente al jugador sin mirar alrededor. El fútbol es un ecosistema complejo, y los delanteros viven de lo que el equipo es capaz de generar. El Valladolid ha tenido tramos de dominio, pero también fases de juego espeso, donde las ocasiones llegan más por insistencia que por claridad.

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Aun así, el número impresiona. 37 tiros son muchos para no haber celebrado ningún gol. Habla de confianza, de toma de decisiones, de ese instante final en el que todo se resume a un gesto técnico y a una décima de segundo. Y que penaliza al Valladolid por su ausencia.

Juan Cruz y Guruzeta, espejos cercanos

El ranking lo completan Juan Cruz y Guruzeta, dos jugadores con perfiles diferentes y contextos distintos. En Leganés y Eibar, respectivamente, ambos han tenido peso ofensivo y participación constante. Sus cifras —31 y 30 disparos— reflejan que están cerca, que rondan el gol… pero que también conocen la frustración.

La diferencia, en su caso, es que el calendario aún les ofrece una bala más antes de cerrar el año. Para Biuk, en cambio, el 2025 ya queda sellado con ese cero que duele más que cualquier derrota.

El gol como frontera mental

En LaLiga Hypermotion, el gol no es solo una estadística: es un estado de ánimo. Marca dinámicas, libera tensiones y transforma silbidos en aplausos. Para Stipe Biuk, romper esa barrera será clave no solo para su rendimiento individual, sino para el futuro inmediato del Valladolid.

Porque cuando un delantero empieza a dudar, el fútbol se le hace cuesta arriba. Pero cuando el balón entra una vez, todo cambia.

Un nuevo año para reescribir la historia

El dato es duro, sí. Pero el fútbol siempre ofrece revancha. La segunda vuelta aparece como un territorio virgen donde los números se resetean emocionalmente. Biuk seguirá tirando. Y tarde o temprano, el balón decidirá dejar de resistirse y sumar para el Valladolid.

Porque incluso en las estadísticas más crueles, el fútbol guarda una promesa: la de que todo puede cambiar en el siguiente disparo.

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