Valladolid: nuevo partido de alto riesgo | OneFootball

El encuentro que disputarán Real Valladolid y Real Sporting el próximo domingo 19 de octubre a las 16:15 horas en el estadio José Zorrilla ha sido declarado de alto riesgo por la Comisión Antiviolencia. La decisión, notificada al club blanquivioleta, activa un protocolo de seguridad reforzado y medidas excepcionales en la venta de entradas, repitiendo una tendencia que ya se ha dado en otros partidos recientes en la Hypermotion.

Medidas de seguridad y venta restringida de entradas

La declaración de alto riesgo implica limitaciones muy estrictas en el acceso al estadio, con el objetivo de evitar incidentes y garantizar la seguridad de todos los asistentes. Solo los abonados del Real Valladolid podrán adquirir entradas, un máximo de dos por persona, y la compra debe realizarse exclusivamente online; siendo cada socio responsable del uso y destino de los tickets. Como ocurre en estos partidos especiales, las gradas norte y sur, y los sectores 119, 219, 319 y 419 quedan vetados a la venta, garantizando que los espacios próximos a la zona visitante estén controlados y libres de presencia de aficionados rivales que no sean los que acceden con sus respectivas localidades gestionadas por el Sporting.

La taquilla, además, permanecerá cerrada y solo atenderá incidencias específicas el día del partido. De este modo, el club busca blindar el estadio y evitar desplazamientos masivos de seguidores que puedan tensionar el ambiente. La gestión digital de entradas garantiza el control total de los asistentes y responde a la normativa impuesta por la Comisión de cara a estos duelos de máxima rivalidad.

Contexto reciente y respuesta del club

Este será el tercer partido de alto riesgo que el Valladolid afronta en las últimas cuatro jornadas, una muestra de la creciente vigilancia en los duelos en Zorrilla tras los casos recientes frente a la Cultural Leonesa y el Burgos. El criterio de las autoridades se basa en la rivalidad deportiva y el antecedente de desplazamientos problemáticos, aunque en anteriores citas todo se ha desarrollado sin incidentes graves, gracias a los intensos cacheos y el despliegue policial activado.

El club afronta este escenario con plena colaboración institucional y despliega su propio plan de protección, realizando comunicaciones explícitas a sus abonados y al público general sobre la importancia de respetar las condiciones de acceso y el uso responsable de las localidades. Además, los controles impedirán entrada de seguidores sportinguistas fuera de la zona visitante y con distintivos, una medida para evitar confrontaciones y garantizar la tranquilidad en las gradas. El club apela a la colaboración activa de los aficionados, el civismo y el respeto por los colores de los rivales para que el partido sea recordado únicamente por lo que suceda en el terreno de juego, y no fuera de él.

Foto: Real Valladolid

Sporting, desplazamiento gestionado y ambiente vigilado

El Sporting de Gijón tendrá a su disposición 594 entradas para su afición, todas ellas gestionadas directamente por el club asturiano y asignadas a sus abonados y peñistas mediante procesos internos y sorteo. Para los desplazados, el acceso será totalmente digital y, si quedan localidades, el club ampliará la oferta por orden de prioridad. Los controles de seguridad en Zorrilla serán extremos y se mantendrá especial atención en los sectores más cercanos a la afición rojiblanca, con el objetivo de evitar roces y asegurar que el partido se vive con intensidad deportiva, pero sin incidentes en la grada.

La jornada se presenta como otro gran reto para la convivencia y la espectacularidad en la Hypermotion, donde la rivalidad entre Valladolid y Sporting es histórica pero, ante todo, debe quedar supeditada al respeto y la deportividad. Desde la entidad local la consigna es clara: blindar la fiesta del fútbol y evitar cualquier altercado, sabiendo que toda la infraestructura de seguridad y el seguimiento informativo estarán volcados en Zorrilla ese día. Convertir este reto en una celebración épica para el fútbol castellano y asturiano es el verdadero desafío de este pulso de alto riesgo.