La Galerna
·12 de noviembre de 2024
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Ganar para convencer. Convencer para ganar. El Real Madrid ha vuelto a la senda de la victoria tras dos duras y esclarecedoras derrotas ante el Barcelona y el Milán. Y lo ha hecho ante un hueso duro de roer en esta Liga como lo es Osasuna. El equipo de Vicente Moreno venía en muy buena dinámica: 5º clasificado, y habiendo logrado victorias de gran mérito como el 4-2 ante el Barcelona en El Sadar, o el 0-2 contra la Real Sociedad a domicilio; y con jugadores en un gran estado de forma como Bryan Zaragoza, Ante Budimir, o Enzo Boyomo.
El desarrollo del partido comenzó con un Real Madrid algo oxidado con balón durante los primeros veinte minutos, y que se vio obligado a sustituir a Rodrygo por Brahim debido una lesión del brasileño. La peor noticia, sin duda, fue la desgraciada lesión de Éder Militão al romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha en una acción desafortunada. Una lesión que es fruto de la mala suerte y de un mal gesto del central en su amplia mayoría, pero cuyo riesgo se podría haber reducido si hubiera tenido un sustituto que le hubiera descargado de la cantidad de minutos que estaba acumulando tras venir de la misma lesión, pero en este caso de su rodilla izquierda.
Ganar para convencer. Convencer para ganar. El Real Madrid ha vuelto a la senda de la victoria tras dos duras y esclarecedoras derrotas ante el Barcelona y el Milán
La situación en la zona de centrales se ha tornado crítica y el Real Madrid está prácticamente obligado a acudir al mercado en busca de efectivos para este departamento. Lucas Vázquez también se retiró a causa de unas molestias, aunque este contratiempo tiene una solución más sencilla y directa, y se llama Jesús Fortea. El joven lateral está dejando actuaciones más que notables en el equipo juvenil, y el contexto obliga a plantearse si puede ser un jugador útil para la primera plantilla.
Tras este varapalo, y la sustitución de Militão por el debutante Raúl Asencio, el Real Madrid se desmelenó y asestó el primer golpe con un gran gol de Vinícius a pase de Jude Bellingham. Minutos después, Asencio conectó mediante un pase espectacular con Bellingham, que trazó un desmarque de ruptura, atacando el pasillo interior, y definiendo con una vaselina académica para batir a Sergio Herrera. La segunda parte, ya con el resultado encarrilado, fue muy plácida. Vinícius coleccionó su segundo hat-trick en esta temporada, tras un contragolpe de libro y gracias a un pase milimétrico de Lunin, que aprovechó el brasileño para regatear al portero rojillo y definir a placer en el 3-0, y un error en la zaga de Osasuna provocado por Brahim, quien regaló el 4-0 al “7” merengue.
El desempeño del equipo fue realmente notable a partir de la media hora, y hay varios nombres a destacar: Rüdiger, que secó a un gran delantero como Budimir; Camavinga, quien mostró su mejor versión jugando como pivote único; Lunin, con un partido sin mucho trabajo, pero con una gran concentración, tanto en salidas por alto como en la acción del 3-0; y, por último, dos nombres propios: Vinícius Júnior y Jude Bellingham.
Vinícius Júnior y Jude Bellingham. Los dos mejores futbolistas del conjunto se han reencontrado con su mejor versión, y el equipo es otro
Jude Bellingham y Vinícius Júnior. Vinícius Júnior y Jude Bellingham. Los dos mejores futbolistas del conjunto se han reencontrado con su mejor versión, y el equipo es otro. El inglés ha vuelto a recordar a ese galáctico de la temporada pasada, no solo por la acción del 2-0, sino por su actuación en general. Dirigiendo al equipo, moviéndose por todo el campo, especialmente por el carril zurdo, y asociándose con Vinícius. Respecto a su gol, Bellingham nos ha recordado la importancia y la diferencia entre estar y llegar. Ese desmarque al espacio es un recurso letal debido a la impredecibilidad del propio movimiento y el desconcierto que provoca en los centrales rivales.
Bellingham ha vuelto, y el equipo lo nota. Junto a Camavinga y Valverde, conforman un centro del campo muy complementario. Tres perfiles que ensamblan a la perfección debido a sus capacidades, tanto físicas, ya que son tres portentos, como técnicas. Sin embargo, Jude debe ser quien asuma la responsabilidad de liderar la creación de juego, y debe hacerlo a su manera. Durante los últimos diez años nos hemos acostumbrado a ver a Kroos vertebrar el juego del equipo de una manera más pausada, encontrando siempre la mejor opción para avanzar. Bellingham necesita más dinamismo, igual que Valverde y Camavinga. Encontrar el control dentro del caos. Son tres jugadores capaces de imprimir un ritmo frenético a los partidos, que sería insoportable para los rivales. El partido del otro día es un primer paso hacia lo que debe ser la medular merengue de los próximos años. Esa es la columna vertebral.
Durante los últimos diez años nos hemos acostumbrado a ver a Kroos vertebrar el juego del equipo de una manera más pausada. Bellingham necesita más dinamismo, igual que Valverde y Camavinga. Encontrar el control dentro del caos
Vinícius sigue a lo suyo. Demostrando por qué es el mejor. Nos hemos habituado a que en cada partido enseñe algo nuevo. Esta vez, un disparo seco al primer palo, en la acción del 1-0. Es un jugador de otra dimensión, un mago cuyo juego está en constante evolución gracias a una mentalidad granítica que le permite añadir cada vez más trucos a su sombrero. Un futbolista con una capacidad de intimidación gigante hacia el rival, que condiciona de manera trascendental el planeamiento contrario y la altura de sus líneas. Y, aun así, lo más probable es que haga pedazos dicha estrategia mediante una jugada magistral.
“No están preparados” fueron sus palabras tras el polémico resultado del Balón de Oro. Y el que avisa no es traidor. Próxima parada europea: Anfield.
Getty Images.