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·29 de julio de 2025
Vinicius sin entrega, Vinicius sin estrella

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·29 de julio de 2025
Vinicius Junior encara la temporada 25/26 como la más complicada de su carrera como futbolista. Todos los focos están en él, como en él está la clave para darle la vuelta a esta situación. Después de un curso nefasto para la estrella del Real Madrid, Después de un curso nefasto para la estrella del Real Madrid, rematado de la peor forma posible en el Mundial de Clubes, Vini debe volver a las bases para recuperar su mejor versión. El talento del carioca es innegable y cuesta pensar que pase de ser el favorito del Balón de Oro a un fantasma que merodea por el césped del Bernabéu en tan solo un año. Esta campaña será el punto de inflexión definitivo: el momento de demostrar si puede sostenerse como estrella o si empieza a perder ese estatus.
No fue hace tanto que el mundo del fútbol consideraba a Vinicius Jr. el mejor jugador del planeta. Hace apenas 14 meses ponía el broche de oro a una gran temporada, tanto para el Real Madrid como para él en lo individual con un gol en la final de la Champions, que sirvió para sentenciar el partido y que Nacho alzase al cielo de Londres la 15ª orejona blanca. A pesar de estar tres meses lesionado durante el curso, el astro brasileño acabó con 24 goles y 9 asistencias en 39 partidos. Auténticas exhibiciones ante el Barcelona en Supercopa, Bayern München y Borussia Dortmund en UCL o Valencia y Girona en Liga hacen de aval a esas cifras.
Pero Vinicius no es solo una temporada. Si se hace un global desde la primavera de 2021 -irrupción- y el otoño de 2025 -comienzo del declive-, se trata del mejor y más decisivo jugador del mundo, 137 aportaciones de gol, divididas en 85 tantos y 52 asistencias. No eran solo números, era el cuándo y el cómo de esas cifras: eliminatorias de Champions, partidos claves ligueros. Pero incluso más allá, Vini Jr. era regate, cansar a los defensas, presiones, desmarques.
Sin embargo, en el fútbol de Vini no había ningún secreto. A sus 24 años seguía haciendo lo que alguna vez le catapultó al Real Madrid y posteriormente al olimpo del fútbol mundial. La clave era el trabajo y dar su 100%, así llegó a ser el mejor. La mejor versión de Vinicius es cuando está al 100% implicado con el equipo, emocionalmente conectado con la temporada, concentrado en el campo y comprometido con la afición y el escudo.
¿A qué porcentaje estuvo Vini el año pasado? No se sabe, lo que es evidente es que fue muy lejos de su mayor potencial. El mal funcionamiento del equipo, el esquema de Ancelotti, pequeñas lesiones, el Balón de Oro, la llegada de Mbappé o su renovación pueden haber sido factores al bajón de rendimiento. También hay que sumar la aparente vida de ‘rockstar’ que lleva en los últimos tiempos, que no le incapacita de trabajar, pero que seguro le distrae un poco. Ser una estrella del fútbol significa serlo a todos los niveles y es algo que Vini debe aprender.
A pesar de ello, miras sus estadísticas y son mejores, por ejemplo, que las de su temporada Balón de Oro. Acabó el curso 24/25 con 22 goles y 16 asistencias, gran parte de sus cifras son en la primera mitad de temporada. Aunque haya tenido buenas actuaciones como el hat-trick contra el Dortmund o la semifinal de Copa contra la Real Sociedad, el año de Vinicius es para olvidar o, por lo menos, reflexionar.
Para más inri, Vini no tiene una vía directa al gol, una capacidad suprema de generar tantos con facilidad como otros jugadores han tenido. Para visualizarlo el mejor ejemplo es Robben y su tiro en la esquina izquierda del área. El holandés podía jugar mejor o peor, pero en esa posición era infalible. También ha demostrado que si no está al 100%, su ratio de acciones se ve dividido, tienen menos peligro y causan menor estrés a la defensa. Vinicius sin esa capacidad se vuelve un jugador insípido, apático e inepto para ser la principal estrella de ningún gran proyecto.
Vinicius Junior lamentádose de una ocasión fallada (Photo by Angel Martinez/Getty Images)
Esta temporada definirá la carrera de Vinicius en el Real Madrid y, por ende, su carrera por completo. Su renovación está en el aire, aunque ambas partes quieran cerrarla. La clave está en las condiciones y el salario, si Vini vuelve a su gran nivel, firmará por lo que el quiere; por el contrario, su firma y futuro merengue puede estar en duda. Con el fútbol árabe siempre como alternativa tentadora, su trayectoria puede tomar una dirección alejada del fútbol de élite tras el Mundial 2026.
Todo depende de Vini Jr.. Si rebaja su vida de rockstar o, por lo menos, sabe conducirla para optimizar su fútbol y el juego del equipo comandado por Xabi Alonso mejora, es muy probable que el mejor Vinicius vuelva. Su trabajo en defensa, su nivel físico y su rango de acciones serán claves para un regreso al olimpo o seguir con su evidente declive.
En definitiva, Vinicius Jr. tiene ante sí el desafío más grande de su carrera. Ya no basta con los destellos ni con vivir del recuerdo. El Real Madrid y el fútbol mundial esperan al Vinicius que un día fue imparable. Si lo consigue, volverá a estar en la cima. Si no, el tren del estrellato podría pasar de largo. La temporada 25/26 será su veredicto.