Fondo Segunda
·20 de diciembre de 2025
Vuelve al Almería y busca nuevo destino

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·20 de diciembre de 2025

Hay trayectorias que no se rompen: simplemente se desvían. Edgar González se encuentra justo en ese cruce de caminos donde el fútbol exige decisiones rápidas y valientes. A sus 28 años, el central español está a punto de rescindir su contrato de cesión con el Hajduk Split y regresar a la UD Almería para, inmediatamente después, buscar un nuevo destino. Así lo informa Slobodna Dalmacija, medio de referencia en Croacia, en una noticia que no ha pasado desapercibida en el mercado invernal.
No es una salida traumática, ni mucho menos. Es una pausa. Un punto y aparte.
La experiencia de Edgar González en el Hajduk Split no ha sido sencilla. El central ha vivido meses de protagonismo intermitente, condicionado por la competencia interna y por un contexto táctico exigente. Paradójicamente, sus últimas apariciones llegaron en un momento inesperado: la lesión de Zvonimir Šarlija le abrió la puerta a los minutos, incluso a la titularidad, en los dos encuentros más recientes.
Pero el fútbol no entiende solo de oportunidades puntuales. También exige continuidad, confianza sostenida y un rol claro. Y ahí es donde la historia de Edgar en Split parece haberse quedado a medio camino.
La decisión de rescindir la cesión implica un regreso inmediato a la UD Almería, club que posee sus derechos. Sin embargo, no se trata de un retorno para quedarse. El plan es claro: volver, analizar el escenario y encontrar un nuevo destino que encaje mejor con su perfil y su momento profesional.
En Almería, el central es un activo conocido. Su paso previo dejó sensaciones reconocibles: fiabilidad, lectura táctica y una capacidad notable para adaptarse a distintos sistemas defensivos. Sin embargo, el contexto del club y la planificación deportiva apuntan a que su futuro pasa por otro lugar. La última temporada, marcada por la irregularidad, le condena.
A los 28 años, Edgar González se encuentra en una edad perfecta para reivindicarse. No es una promesa, pero tampoco un veterano en declive. Es un central en plena madurez competitiva, con experiencia internacional y bagaje en distintas ligas y contextos. Al Almería le podría ir bien, pero todo hace indicar que saldrá.
El mercado de invierno suele ser cruel, pero también ofrece segundas oportunidades. Equipos necesitados de solidez defensiva, plantillas cortas o proyectos que buscan equilibrio atrás pueden ver en Edgar una solución inmediata, sin periodo de adaptación excesivo.
No todos los pasos valen lo mismo. Tras una cesión que no terminó de cuajar, el próximo movimiento será determinante. Más que el nombre del club, importará el rol. Más que el salario, la confianza. Más que la categoría, la continuidad.

Edgar necesita un entorno donde sentirse importante desde el primer día, donde su lectura del juego y su temple defensivo no sean un complemento, sino una base. El central sabe que el fútbol no espera, pero también que precipitarse suele salir caro. Lo que parece claro es que no es el momento de seguir en Almería.
Las últimas titularidades con el Hajduk, aunque condicionadas por la lesión de un compañero, demostraron algo esencial: Edgar González está preparado. No ha perdido ritmo, ni concentración, ni competitividad. Simplemente necesita un escenario que le permita sostener ese nivel en el tiempo.
El regreso a Almería es solo una estación intermedia. El verdadero viaje comienza ahora.
En el fútbol, como en la vida, no siempre gana el que más resiste, sino el que mejor se adapta. Edgar González lo sabe. Por eso su salida del Hajduk no suena a despedida amarga, sino a decisión consciente.
A veces, para avanzar, hay que volver atrás un par de pasos. Solo así se toma impulso.









































